Corría el año 1998, era verano en Chandler, Arizona. De pronto corrió como reguero de pólvora un hecho inédito: el INS (Inmigración), la Patrulla Fronteriza  y el Departamento de  Policía de Chandler implementaron un operativo para buscar y arrestar indocumentados.  Instalaron retenes, fueron a lugares donde jornaleros se reunían para esperar a sus empleadores. No sólo eso, fueron a complejos de apartamentos y casas donde presumían habían  “ilegales”.

Arrestaron a centenares y los deportaron. Entre ellos hombres, mujeres y niños.  Se cometieron abusos y arbitrariedades. De hecho la gran mayoría de los detenidos fueron padres y madres de familia que regresaban o iban a su trabajo. Todos hispanos.

Fueron redadas descaradas y, lo peor, fuera de la legalidad.

Esos hechos trascendieron a nivel nacional e internacional. Arizona y, particularmente Chandler, ganaron fama de ser una sociedad racista y pasaron a ser una vergüenza para los Estados Unidos.

Eso lesionó gravemente las relaciones entre los anglos y los hispanos, y causó que la comunidad  hispana le retirara su confianza a la Policía.

Fueron tiempos difíciles, de mucha tensión. Hubo protestas, movilizaciones masivas.

Llovieron las demandas civiles contra la Ciudad de Chandler y su Policía y de hecho la Ciudad de Chandler tuvo que pagar indemnizaciones millonarias por los abusos cometidos.

En esa ciudad había división, odio y se ganó la fama de ser la ciudad más racista del país, no apta para inmigrantes, mucho menos hispanos.

Fue entonces que emergió la figura de un hombre llamado Alberto Esparza, una persona con preparación, muy humilde pero sobre todo con gran visión.

Para entonces ya era conocido allá por su labor filantrópica enfocada sobre todo en la educación a través de la Fundación Sí Se Puede (Sí Se Puede Foundation, SSPF), creada por él 5 años atrás.

A diferencia de quienes querían revancha por las ofensas en contra de los hispanos él llegó para marcar la diferencia, convencido de que era tiempo de unir, no dividir más, de reconciliación, no de odio.

Haciendo suya la filosofía del máximo líder latino en los Estados Unidos, César Chavez, reactivó ese movimiento que con el paso de los años se llegó a convertir en una de las organizaciones no lucrativas más respetadas y reconocidas en Arizona y en todo el país: Fundación  Si Se Puede (Si Se Puede Foundation, SSPF).

De ella Esparza nos explica en entrevista para Prensa Arizona :

“Cuando era joven, podía ver la disparidad en las oportunidades educativas y las altas tasas de deserción de los estudiantes minoritarios. Era algo que no podía ignorar. Finalmente, dejé mi carrera laboral anterior para seguir mi corazón y hacer realidad mis sueños. En 1993, fundé la Fundación Si Se Puede, una organización sin fines de lucro que brinda programas para mejorar la calidad de vida de niños y familias y fortalece las comunidades. SSPF se enfoca en la escuela y los factores de riesgo que son barreras para el logro educativo, y sirve principalmente a comunidades de bajos ingresos, predominantemente minoritarias en Chandler y Phoenix”.

El activista recalca: “Quería inspirar a otros a ver más allá de sus vecindarios, plantar semillas de propósito y ambición en las mentes jóvenes, construir puentes y derribar los muros que dividen a las comunidades y usar mis talentos y habilidades para crear SSPF; gasté mis ahorros de toda la vida para mantener los programas a flote y, como resultado, experimenté graves dificultades”.

Cuenta que en 1998, se enfocó en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, o STEM. Luego de 2 años la Ciudad de Chandler otorgó a la fundación una subvención para establecer un programa STEM en el Distrito Escolar Unificado de Chandler (CUSD). El programa comenzó con ocho estudiantes y ahora atiende a aproximadamente a 350 jóvenes, también de Phoenix y Tempe, entre las edades de 8 a 22 años. Comentó que el programa incluye robots terrestres, aéreos y marítimos, así como un programa subacuático universitario que ha recibido atención nacional y mundial.

SSPF organiza concursos anuales de robótica subacuática para estudiantes de primaria y universidad y, más recientemente, creó un equipo universitario de robótica subacuática que recientemente ocupó el número 1 en los Estados  Unidos y el tercero en el mundo.

Alberto Espaza recalcó: “El éxito de la fundación se puede atribuir a nuestra capacidad de reconocer la importancia de cultivar relaciones para el bien común de la organización y para la comunidad a la que servimos. Nuestro cuidado por los demás es lo que nos inspira y motiva a trabajar con recursos limitados”.

Agregó: “También somos conocidos por cultivar relaciones para el bien común de la organización y la comunidad. Nuestro cuidado por los demás es lo que nos inspira y motiva a trabajar con recursos limitados y tan duro como nosotros. Podemos plantar semillas de propósito y ambición en mentes jóvenes y hacer que vean más allá de los barrios y / o comunidades en riesgo. Podemos colocar las necesidades de los demás por encima de las nuestras”.

En deuda con este líder

Por su labor Alberto Esparza se ha hecho merecedor de múltiples reconocimientos, tanto del gobierno como de entidades privadas.

Goza de la confianza de muchos de esos organismos, quienes patrocinan los programas y eventos de SSPF como torneos de soccer, academias de ballet folklórico, cursos de robótica, clases de inglés y muchos otros.

Sus fieles patrocinadores son la Ciudad de Phoenix, Ciudad de Gilbert, la Oficina del Procurador del Condado Maricopa, Juez de la Corte Suprema de Arizona Bill Montgomery, Arizona State University, General Motors, Amazon, State Farm, la Senadora Martha McSally, Intel, Colegio Comunitario Chandler-Gilbert, Phoenix College y Chandler Unified School District.

Personalidades de la comunidad señalan que a pesar de todo este apoyo a Alberto Esparza no se le ha dado el reconocimiento que se merece.

™El si es un líder autentico, alguien que ha dado su vida y su alma por nuestra comunidad∫, dijo Edmundo Hidalgo, ex director ejecutivo de Chicanos Por La Causa (CPLC) y hoy alto ejecutivo de la Universidad Estatal de Arizona.

Hidalgo conoce bien a Esparza, pues este ha sido miembro de la mesa directiva de CPLC por varios años.

™Alberto es uno de los máximos líderes que tenemos, por casi 40 años él ha estado trabajando por nuestra gente; tiene un gran corazón, tanto que mucho tiempo sacaba de su bolsa para sacar adelante sus programas. El llegaba a quedarse a dormir en oficinas, viajaba en autobús y hasta caminaba para ir a las escuelas a llevar sus clases de inglés, robótica, baile y soccer∫, recalcó Edmundo Hidalgo.

Puntualizo: ™Alberto es tan generoso y de gran corazón que hasta su propia salud ha sacrificado con tal de ayudar a su gente. El ha empoderado a las familias mas necesitadas no solamente de Chandler, sino también de Tempe, Phoenix y de otras partes de Arizona.

Sobre el reconocimiento que anualmente otorga el Gobierno Mexicano llamado ™Ohtli∫, a líderes comunitarios que trabajan por las comunidades mexicanas Edmundo Hidalgo señaló: ™Alberto no es de los que trabajan para buscar reconocimientos, pero definitivamente él se merece el Ohtli y muchos otros premios más. Ojalá ahora si lo consideren∫.

Por su parte Mónica Romero, directora de Programas Federales y Estatales para Migrantes, del Distrito Escolar Unificado de Chandler, dijo: ™Alberto es un verdadero ángel para nuestra comunidad, lo conozco hace mas de 25 años, tiene un gran corazón, el siempre está al pendiente de nuestros estudiantes más necesitados y de sus familias; el es capaz de sacar dinero de su bolsa cuando ve a algún estudiante en apuros∫.

Romero subrayó: ™Alberto ha recibido reconocimientos, pero creo que todos, la sociedad estamos en deuda con él; yo creo que él es un buen candidato para que le den el Ohtli, y muchos otros reconocimientos más, eso sería lo más justo∫.

A su vez Heather Anguiano, directora de la Hartford Sylvia Encinas Elementary School, de Chandler, una de las escuelas donde SSPF tiene sus programas de robótica, ballet y torneos de soccer comentó: ™Nos sentimos afortunados de tener a Alberto Esparza con nosotros, es un ángel para nuestra comunidad de estudiantes y padres de familia y además es nuestro héroe, aquí lo queremos mucho, tiene un gran corazón, siempre esta al pendiente de nuestros estudiantes más necesitados y sus familias. Sobre el reconocimiento Ohtli por supuesto que se lo merece, creo que ya es tiempo que se lo den a él∫.