Arizona está a tiempo de prevenir masacres como las ocurridas recientemente en California, Nueva York y Texas, que reflejan la profunda crisis de valores y la grave descomposición social en todos los estratos, coincidieron estudiosos y padres de familia entrevistados por Prensa Arizon sobre la masacre ocurrida en una escuela primaria de Uvalde, Texas el martes 24 de mayo, donde Salvador Ramos, de sólo 18 años asesinó a balazos a 19 niños y 2 maestros.
Más programas de salud mental, mayor control de armas y recuperar los valores humanos como el respeto a la vida son 3 cosas indispensables en que hay que trabajar para prevenir tragedias de esa índole, en la que padres de familia, maestros, autoridades, empleadores, trabajadores y políticos somos actores, señalaron los entrevistados.
Prensa Arizona recabó el sentir de padres y madres de familia, así como de maestros y directores de planteles escolares del Valle del Sol, para preguntarles si sienten que los niños están seguros en las escuelas a las que asisten.
El común denominador en las respuestas de padres y algunos maestros es que tienen miedo y no se sienten tan tranquilos después de varias masacres en otros estados; también urgen a las autoridades escolares y de seguridad pública de Arizona a adoptar las medidas necesarias y evitar que ocurran atrocidades como esas.
Algunos de los entrevistados dicen estar muy preocupados por tanta descomposición social, pues las masacres de inocentes están a la orden del día mientras los políticos se la pasan peleando y culpándose entre sí de esas tragedias.
Una maestra que pidió el anonimato por temor a represalias de parte de sus superiores, denunció que en su escuela las medidas de protección a estudiantes, maestros y el staff es nula, al grado de que ahí cualquiera puede ingresar al plantel aunque no tenga hijos estudiando.
“Yo como maestra no me siento muy segura y creo que tampoco los niños, porque las medidas de seguridad no se aplican. A la escuela pueden entrar personas sin ningún negocio porque por descuido a veces dejan abierta alguna puerta; tenemos que hacer algo antes que algo pase”, dijo una maestra anónima del primer grado en Glendale Elementary School.
Armando Ruiz, director ejecutivo de las Escuelas Espíritu, a donde asisten casi mil niños de preescolar a High School, señaló que: “Esto es consecuencia de la falta de valores, es muy grave porque ya se perdió el respeto por la vida misma. Estamos cara a cara con la maldad y tenemos que hacer algo, tenemos que actuar, inculcar en nuestros niños los valores humanos.
“Ayer mismo en nuestras escuelas revisamos nuestros protocolos de seguridad; siempre estaremos vigilantes y con los ojos bien abiertos para proteger a nuestros niños, y para eso necesitamos el apoyo de los padres”, agregó.
“Tenemos que tomar acción todos a nivel local, federal y estatal. No es posible que sigan ocurriendo esas masacres, como puede ser posible no podemos estar seguros ya ni en la iglesia, las escuelas ni centros comerciales. No vamos a politizar esto, pero el gobierno tiene que hacer algo para que haya mayor control de armas y se destinen más fondos para la salud mental. La senadora (Kirsten) Sinema tiene mucho que ver en esto y tiene que actuar”, señaló la senadora estatal Raquel Terán.
Marcelino Quiñónez, padre, maestro y representante estatal: “Como padre, maestro y legislador en Arizona siento mucho lo que ocurrió en Texas. Mi corazón está con las familias que en estos momentos sufren la pérdida de un ser querido.
“Es una tragedia, que lamentablemente sigue ocurriendo en Estados Unidos. Es necesario que nuevas leyes a nivel federal pasen que promuevan la seguridad de armas: revisión de historial a personas que compren armas, limitación de armas que sean usadas en guerras y más recursos de salud mental.
No podemos continuar con estas tragedias en nuestro país, es hora de actuar con hechos. Cada votante en Arizona debería saber la posición de sus representantes en cuestión de armas”, afirmó.
Claudia Guevara, mama de un estudiante de sexto grado en Clarendon Elementary School, dijo: “Mi esposo y yo tenemos miedo, y no nos sentimos tranquilos por la seguridad de nuestro hijo; he estado hablado con algunas amigas que tienen hijos en la escuela y están igual, no podemos seguir así, ni esperar que pase algo en nuestras escuelas para que las autoridades hagan algo. Pienso en las pobres familias de esos niños y maestros de Texas, se le parte el corazón a uno, estamos rezando por ellos”.
Los entrevistados fueron claros: No deben seguir pasando más masacres en las escuelas ni en ningún otro lugar. Todos estamos obligados a actuar, los padres de familia educando mejor a sus hijos y estar más pendientes de su comportamiento; maestros y autoridades escolares mejorar los protocolos de seguridad; autoridades de seguridad pública apoyar más a las escuelas; y los políticos dejarse de politiquerías y ponerse a trabajar, que dejen a un lado sus intereses económicos y de partido. Todos exigieron un ¡Ya basta!