Los vecinos de varios terrenos de casas móviles, iniciaron el año con la incertidumbre de perder las viviendas en las que han estado por décadas.

Aunque en Arizona “no pinta nada bien” y se avizora un panorama nada favorable para los que viven en “trailas”, que tienen en estacionadas en espacios rentados y están en riesgo de ser desalojados, los que abogan por sus derechos no se dan por vencidos y prometen que estarán con ellos y “tope en lo que tope”, seguirán luchando con ellos desde todos los frentes.

Así lo aseguró Salvador Reza, líder de los Comités de Defensa del Barrio, quien denunció que todo parece indicar que, en este asunto, se imponen los intereses políticos y económicos de autoridades gubernamentales de los diferentes niveles, así como de los inversionistas y los dueños de los terrenos donde se ubican las casas móviles, generalmente habitadas por familias pobres, a las necesidades de estos.

En entrevista con PRENSA ARIZONA Reza declaró: “Esto tiene solución, pero no hay voluntad de las autoridades. En Phoenix tenemos un ejemplo claro, donde la situación, no es prioridad para la alcaldesa Kate Gallegos ni de algunos miembros del Concilio de la Ciudad, el riesgo de desalojo de esas familias no es tema prioritario en su agenda”.

El activista se refirió a los casos de 3 complejos de casas móviles, cuyos residentes ya tienen plazo para ser desalojados: Las Casitas Mobile Home, de 18 avenida y Buckeye, que podrían ser desalojados el 28 de febrero; Weldon Court Park, cerca de calle 16 e Indian School, quienes viven con la amenaza de ser echados el 1 de abril; y Periwinkle Mobile Home Park de 27 avenida y norte de Camelback, quienes tienen hasta el 28 de mayo para irse.

En cada uno de estos complejos de “trailas” viven alrededor de 50 familias, la mayoría de escasos recursos, con niños y personas de edad avanzada o con discapacidades.

“Siempre hay que hablar con la verdad y en este caso hay que reconocer que mientras la Ciudad de Phoenix no haga nada, estas familias serán desalojadas, pero no nos damos por vencidos y seguiremos luchando por ellos y con ellos hasta el final”, enfatizo Reza, al explicar que la razón del desalojo no es por no pagar su renta, sino que los terrenos fueron comprados y los nuevos dueños planean darles usar sus propiedades de otra manera, o sea, poner negocios diferentes.

Según la Oficina del Censo, Phoenix tiene unas 20,000 casas móviles, lo que representa alrededor del 3,1 % de todas las viviendas del área, eso es mucho más que la cantidad de casas móviles que se pueden encontrar en ciudades con poblaciones similares, incluidas Houston, San Diego y Filadelfia.

Salvador Reza teme que esto de pie a que se desate en Arizona una ola de desalojo de familias viviendo en casas móviles, solo por el hecho de que los predios donde están sus propiedades son adquiridas por inversionistas que quieren hacer crecer sus empresas y que en la mayoría de los casos se ven favorecidos por las leyes de las ciudades, condados y estados alrededor del país.

“En Phoenix la alcaldesa y algunos miembros del Concilio no tienen voluntad política para actuar y evitar que las familias de esos ‘parqueaderos’ sean desalojadas, pueden evitarlo, pero no quieren”, enfatizo Reza, al señalar que aquí las autoridades hacen más por los inversionistas que por esas pobres familias.