“Estamos jodidos con estas leyes que favorecen más a los explotadores, pero lo importante es que la gente conozca sus derechos”, dice el líder Salvador Reza.

El caso de la trabajadora mexicana de la construcción que fue insultada y humillada por su supervisor abrió una “cloaca” a la que muy pocos voltean a ver, pero está llena de podredumbre, como análogamente se consideran los casos de abusos laborales de que son víctimas tanto mujeres como hombres, sobre todo inmigrantes indocumentados.

“Tenemos que decirlo, hay que denunciarlo. Las autoridades deben actuar para poner fin a tanto abuso laboral; hay explotación y maltratos no solamente en la construcción, también se da en los hoteles, en la limpieza de casas y oficinas, también en restaurantes, entre ellos hispanos”, dijo a PRENSA ARIZONA José Guzmán, director de Padres y Madres de Víctimas de Crimen, quien realiza una destacada labor en la defensa de la comunidad latina de Arizona y otros estados del país.

“Es triste decirlo, pero los abusos contra los inmigrantes también son por nuestra misma gente, no solo son cometidos por patrones blancos con tendencias racistas”, enfatizó.

Indicó que a su oficina acuden con frecuencia personas que trabajan en la construcción, donde los hacen laborar varias horas y luego se niegan a pagarles o quieren pagarles menos; esta práctica es muy común en los subcontratistas y generalmente las víctimas son personas sin papeles a las que pagan en efectivo.

Algo muy similar ocurre en la industria de la limpieza de casas y oficinas, aseveró el entrevistado, donde las víctimas, en su mayoría mujeres, son sometidas a extenuantes jornadas de trabajo; también sufren maltratos verbales que van desde gritos hasta insultos y amenazas en caso de quejen o denuncien. 

“Hasta 40 denuncias recibimos cada semana en nuestras oficinas, de personas que ya no aguantan los maltratos, pero no van ante las autoridades porque tienen miedo de ser detenidas y deportadas. Nos tienen más confianza a nosotros”, afirmó el activista y fundador de Padres y Parientes de Víctimas de Crimen.

Ley protege a explotadores

Por su parte, sobre este tema PRENSA ARIZONA solicitó la opinión del también activista Salvador Reza, líder de los Comités de Defensa del Barrio, quien coincidió en que “los abusos en el trabajo no son necesariamente cuestión de racismo, porque ocurren mucho entre la propia raza, hispanos abusando de hispanos”.

Añadió que esto se da en parte porque la gente no conoce sus derechos, y ni siquiera saben que hacer ni a donde acudir para presentar su queja o denuncia y fue más allá al señalar que: “La ley parece proteger más  los explotadores y pocos abogados toman casos, porque en algunos casos son muchos los trámites”.

Cito algunos casos uno donde él mismo constató que hubo explotación, maltrato y hasta robo de salario, pues una persona llevó a un jornalero a hacerle unos trabajos, pero al terminar lo acordado le exigió trabajar más por la misma cantidad a lo que el inmigrante se rehusó; eso fue causa que le grito, lo maltrató verbalmente y se negó a pagarle por lo que el jornalero le llamó para que fuera a auxiliarlo.

Narra Salvador: “Fui a donde estaba y lo primero que hice fue llamar a la Policía; incluso también llamé a la (entonces) jefa Jeri Williams, al City Manager y al (entonces) concejal Carlos García, pero la Policía llegó a las  horas, y luego de tomar nota de lo sucedido el agente dijo que no podía hacer nada porque era un asunto civil”.

El activista destacado también por lucha durante varias décadas por la comunidad hispana de Arizona, dijo que es importante que las autoridades hagan una revisión de las leyes laborales vigente, acusando por ahora “la ley está más a favor de los explotadores

Aunado a todo eso, añadió que muy pocos abogados toman los casos de abusos laborales “porque no les dejan dinero, ellos si no les va a dejar por lo menos unos $2,000 dólares un caso simplemente no lo toman.