Responsabilidad compartida, tanto el cliente como los propietarios de negocios deben poner límite en el consumo de alcohol para evitar tragedias al volante.

Cuando un automovilista alcoholizado causa un accidente de tráfico grave, una de las principales cosas que investigan las autoridades policiacas en colaboración con otras agencias de gobierno es dónde estuvo tomando, y de haber sido en algún restaurante, cantina o salón de baile investigar por qué no evitaron que manejara.

Así lo manifestaron por separado a PRENSA ARIZONA Raúl García Jr., del Departamento de Seguridad Pública de Arizona y Luis Samudio, del Departamento de Licor, también entidad estatal.

“Lamentablemente muchas desgracias siguen ocurriendo a causa de conductores intoxicados, es momento que todos tomemos conciencia y pongamos todo lo que está de nuestra parte para evitar esas desgracias”, expuso García.

Indicó que son aquí varios valores que entran en juego; en el caso de los negocios donde la gente consume alcohol, los dueños o encargados deben cuidar que sus clientes manejen si están muy tomados.

Lo mismo señaló Samudio, cuya agencia se encarga de aplicar las leyes del alcohol en Arizona, una de las cuales, por cierto, prohíbe la venta de bebidas embriagantes a personas muy alcoholizadas.

Dijo el investigador: “El manager del negocio donde se vende alcohol y sus empleados deben tener el entrenamiento necesario y el sentido común, para identificar a una personas muy intoxicadas; hay señales como al hablar o al caminar, donde se puede ver que alguien ya está muy tomado, por lo que ya no se le debe vender alcohol”.

Falta grave

Luis Samudio enfatizó que los establecimientos donde se vende alcohol y su personal, tienen bajo su responsabilidad la seguridad de sus clientes desde el momento que ingresan a su propiedad hasta que se retiran; 3 cosas que deben evitar son vender licor a menores y seguir vendiendo a alguien muy pasado de copas, asimismo evitar que alguien maneje en esas condiciones.

Ambos funcionarios advirtieron que en caso de un percance grave o fatal provocado por un conductor ebrio, se determina que salió de un negocio donde le siguieron vendiendo alcohol a pesar de estar muy alcoholizado, y no solo o no evitaron que manejara, sino que ni siquiera lo reportaron a la Policía, el dueño del negocio podría meterse en problemas legales y posiblemente estaría en riesgo de perder su licencia.

Los representantes del Departamento de Seguridad Pública y de Licor, hicieron un llamado a los dueños y empleados de establecimientos donde se vende alcohol (restaurantes, cantinas, salones de baile, etc.) para que cuiden más a sus clientes; si están muy tomados no permitan que manejen, de esa manera evitarán que se metan en problemas con la Policía, o causen un accidente donde puedan matarse o matar a otros.

De acuerdo a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), cada día, alrededor de 37 personas en los Estados Unidos mueren en choques por conducir ebrio, eso es una persona cada 39 minutos. En 2021, 13,384 personas fallecieron en accidentes de tránsito por conducir bajo los efectos del alcohol, un aumento del 14 % con respecto a 2020. Todas estas muertes fueron prevenibles.

En 2020, 181 personas murieron en accidentes automovilísticos relacionados con el alcohol en el estado de Arizona. En total, hubo 4,506 accidentes relacionados con el alcohol en el estado a lo largo de ese año, lo que resultó en miles de lesiones y más de mil millones de dólares en daños a la propiedad.