Con esta canción, Gabito Ballesteros y Carín León tejen una narrativa sobre amores que se protegen como reliquias, incluso cuando la realidad los sitúa en el terreno de lo inalcanzable. Foto: Cortesía / YT Gabito Ballesteros
En un mundo donde el amor se escribe con mensajes efímeros y corazones virtuales, Gabito Ballesteros rescata la intensidad de los sentimientos con “Regalo de Dios”, su última colaboración junto a Carín León. El tema, un diálogo entre guitarras y voces que se entrelazan como promesas, no solo anticipa su próximo álbum “Ya No Se Llevan Serenatas”, sino que redefine el romanticismo en la música mexicana.
Con esta canción, Gabito Ballesteros y Carín León tejen una narrativa sobre amores que se protegen como reliquias, incluso cuando la realidad los sitúa en el terreno de lo inalcanzable.
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El videoclip, filmado en un restaurante que oscila entre lo cotidiano y lo onírico, refleja esta dualidad. Gabito interpreta a un mesero cuya rutina se rompe al fantasear con un amor que solo existe en suspiros, mientras Carín León emerge como una figura serena que simboliza la complicidad en la incertidumbre.
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La escena final, donde Gabito Ballesteros regresa a su jornada laboral, sugiere que el amor, aunque fugaz, persiste como un refugio ante la monotonía y esta narrativa visual, cargada de simbolismo, resuena con una generación que equilibra sueños y responsabilidades en entornos urbanos.
Gabito Ballesteros, originario de Cumpas, Sonora, no es ajeno a la reinvención, su álbum debut The GB lo consolidó como un puente entre el folclor sierreño y el corrido tumbado, un género que ha traspasado fronteras gracias a su fusión con ritmos urbanos.
Ahora, con “Ya No Se Llevan Serenatas”, el artista de 25 años revive una tradición casi olvidada, adaptándola a una era dominada por la inmediatez. “Se trata de recordar que el amor puede florecer entre el caos”, parece decir con cada acorde, mientras sus letras exploran tanto la pasión como la vulnerabilidad.