Una boda llena de amor, alegría y diversión con el toque y los sabores sinaloenses en Arizona. Fotos: Cortesía Jimmy Cortez
En una emotiva ceremonia celebrada el pasado 4 de julio, Maricela Arredondo y Abel Chaparro unieron sus vidas en matrimonio en el hermoso salón La Antigua Garden, en Phoenix, Arizona. La celebración estuvo llena de momentos significativos y alegría compartida por familiares y amigos.
Los invitados fueron recibidos con una cuidada recepción que incluía una elegante mesa de quesos y carnes frías, una variada selección de postres, una acogedora estación de café y, por supuesto, el tradicional pastel de bodas.
Siendo testigos de Jehová, la pareja optó por un emotivo mensaje sobre el matrimonio, ofrecido por Ramón Chaparro, hermano del novio. Tras la inspiradora charla de 30 minutos, Maricela y Abel procedieron a firmar el acta matrimonial. Fungieron como testigos de la unión Horacio Arredondo, hermano de la novia, y su esposa Corina Arredondo.
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La feliz pareja fue presentada oficialmente como la familia Chaparro, para luego deleitar a los presentes con su primer baile al ritmo Carín León, con la romántica canción Ahí Estabas Tú.
La sorpresa de la noche llegó con la intervención musical de dos talentosos mariachis, quienes amenizaron la cena con un repertorio de canciones, creando un ambiente vibrante y muy mexicano.
Sabores de Sinaloa y brindis familiar
La velada gastronómica ofreció a los comensales una auténtica experiencia culinaria sinaloense, con un delicioso menú que incluyó barbacoa, frijoles puercos y sopa fría. Para acompañar la comida, se sirvieron diversas bebidas refrescantes, destacando una exquisita sangría de frutas.
Después de la cena, la pista de baile se encendió, invitando a todos a celebrar con alegría. Más tarde, se realizó el tradicional corte y reparto del pastel. Un fotógrafo muy activo capturó cada instante de la fiesta, y un photobooth ofreció a los invitados la oportunidad de tomarse fotografías divertidas y espontáneas junto a los novios y sus familias.
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Maricela y Abel compartieron un mensaje de profundo agradecimiento por el cariño y respeto recibidos. “Recibimos muchas bendiciones por parte de amigos queridos y familia”, expresaron los recién casados. Además, la boda fue un punto de encuentro para seres queridos que viajaron desde diferentes lugares.
La celebración de Maricela y Abel fue un hermoso testimonio de amor, unidad familiar y amistad, dejando en todos los asistentes un recuerdo imborrable.
