El cónsul general de México en Phoenix, Jorge Mendoza Yescas hace un llamado a la claridad, la prudencia y la confianza mutua. Foto: Cortesía /
Hace unos días, el Consulado General de México recibió una llamada de emergencia por parte de un connacional detenido en el centro de procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Phoenix. Según su testimonio, fue detenido por la policía de Scottsdale por conducir con las placas vencidas. Lo que llama la atención en este caso es que, a pesar de no haber cometido un delito grave, el oficial optó por contactar directamente a ICE, sin que mediara un ingreso previo del detenido a la cárcel del condado, como suele ser el procedimiento habitual.
Este incidente —el único registrado hasta el momento bajo estas circunstancias— ha encendido alertas y nos obliga a reforzar la comunicación tanto con nuestras comunidades como con las autoridades policiales.
Vale la pena recordar que, a lo largo de los últimos años, las principales corporaciones policiales de Arizona —a nivel local, condal y estatal— han expresado de manera reiterada al Consulado que no realizan labores de inmigración, y que su prioridad es la seguridad pública, sin importar el estatus migratorio de las personas. Esta postura ha sido fundamental para generar confianza y fomentar la denuncia de delitos por parte de víctimas y testigos dentro de nuestras comunidades.
También es importante comprender que, en caso de arresto por la comisión de un delito, y no una simple infracción, la persona es llevada a una cárcel del condado. Es entonces cuando entra en juego el sistema automatizado de verificación migratoria: toda persona —ciudadano o no— que ingresa a una cárcel en Arizona es objeto de revisión por parte de ICE. Esta práctica, si bien polémica, forma parte de los protocolos carcelarios de los condados y ciudades, y no puede atribuirse directamente a las decisiones de los policías que realizan las detenciones.
Lo que ocurrió en Scottsdale, sin embargo, representa una desviación de ese proceso. Según los indicios que tenemos, el oficial habría evitado presentar cargos criminales y, en cambio, optó por retener a la persona hasta que ICE llegara por él. Este tipo de acciones no sólo contradicen el espíritu de las políticas internas declaradas por las corporaciones policiales, sino que además erosionan la confianza construida con tanto esfuerzo entre nuestras comunidades y las fuerzas del orden.
Nuestro papel consular no es únicamente atender casos una vez que han escalado. También es prevenir, informar y empoderar. Por ello, hacemos un llamado respetuoso pero firme a las autoridades de Scottsdale para que este tipo de incidentes no se repitan. El respeto mutuo, la claridad en los protocolos y la protección de los derechos humanos deben seguir siendo la base de nuestra colaboración.
Al mismo tiempo, exhortamos a nuestra comunidad a conocer y ejercer sus derechos. Es vital portar siempre una identificación válida como la matrícula comsular, tener el seguro del vehículo y la registración actualizados, y —en caso de no contar con una licencia vigente— traer consigo cualquier licencia vencida que se haya tenido, incluso de otro país. Esto puede evitar que el auto sea remolcado, lo cual representa costos adicionales y complica la situación.
Identificarse adecuadamente durante una parada de tránsito también ayuda a que la interacción no escale innecesariamente. Recordemos que los oficiales, de acuerdo a lo que nos han expresado sus jefes, no deben cuestionar el estatus migratorio en casos de infracciones civiles o al interactuar con víctimas o testigos de delitos.
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Desde el Consulado General seguiremos atentos a este y cualquier otro caso similar, dando seguimiento puntual con las autoridades correspondientes y asegurándonos de que los derechos de nuestros connacionales sean respetados. Además, mantendremos abiertas las líneas de comunicación con los departamentos de policía, incluido el de Scottsdale, para reforzar los canales de confianza y entendimiento.
Nuestra labor es proteger, informar y servir. Y en ello, la comunidad juega un papel activo. Informarse, organizarse, documentarse y mantener la calma son herramientas fundamentales en tiempos inciertos. Aquí estaremos, como siempre, a su lado.
Jorge Mendoza Yescas es servidor público y abogado con maestría en administración pública, especializado en diplomacia consular. Desde el 2019 se desempeña como Cónsul General de México en Phoenix.