FOTO: Lydia Hernadez/Facebook
La representante estatal Lydia Hernández y su hija Cassandra alzaron la voz contra el Distrito Escolar de Phoenix Union (PXU), asegurando que las acusaciones en su contra sobre haber intentado ingresar un cúter a Maryvale High School son “falsas y difamatorias”.
El origen de la controversia
A inicios de semana, PXU afirmó que durante una visita al plantel, Cassandra Hernández pasó primero por el detector de metales y que, tras sonar la alarma, personal de seguridad revisó su mochila y halló un cúter. En ese momento, según el reporte, Lydia la acompañaba mientras grababa con su celular.
La legisladora, que además preside la mesa directiva del Distrito Escolar Primario Cartwright, negó rotundamente esa versión y pidió al distrito que libere las grabaciones de seguridad:
“Phoenix Union tergiversó lo que sucedió ese día. Una investigación independiente debe llevarse a cabo para limpiar mi nombre y responsabilizar a quienes difundieron estas mentiras”, declaró Hernández.
La representante agregó que su visita a Maryvale tenía como fin buscar respuestas y recursos tras el reciente asesinato de un estudiante de 16 años en el plantel.
La postura de Cassandra Hernández
Por su parte, Cassandra, quien también es miembro de la mesa directiva del Distrito Cartwright y exalumna de Maryvale, exigió una disculpa y la renuncia de la superintendente de PXU, Thea Andrade.
Aseguró que el 25 de agosto, día en que supuestamente ocurrió el incidente, se encontraba trabajando en EOS Fitness, donde cumplió un turno de ocho horas, hecho que —dijo— puede comprobar con tarjetas de entrada y video de su empleador.
“Phoenix Union ha dañado irresponsablemente mi nombre en un intento por politizar la tragedia ocurrida en Maryvale. No descansaré hasta que se restaure mi reputación y se responsabilice a quienes mintieron al público”, afirmó.
Contexto
El caso estalla en medio de la conmoción por el asesinato de Michael Montoya II, estudiante de Maryvale, presuntamente apuñalado por otro alumno de 16 años. La situación ha generado un intenso debate sobre la seguridad en las escuelas de Phoenix.
Mientras tanto, las acusaciones cruzadas entre PXU y las Hernández agregan tensión a un ambiente escolar que apenas comenzaba a retomar actividades tras la tragedia.
