Según datos del portal FlightAware, más de 4,000 vuelos sufrieron demoras el lunes 6 de octubre, en diferentes aeropuertos del país. Foto: Cortesía / Facebook Phoenix Sky Harbor
Mientras el cierre parcial del gobierno federal de Estados Unidos se extiende ya por más de una semana, el sistema de aviación nacional comienza a mostrar signos de tensión debido a la masiva falta de pago a empleados federales esenciales.
A diferencia de aeropuertos como Chicago O’Hare, Newark o Nashville, que registran miles de vuelos retrasados, el Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor mantiene por ahora una operativa notablemente estable, aunque la presión sobre su personal, que trabaja sin percibir salario, crece hora tras hora.
La situación a nivel nacional es significativa. Según datos del portal FlightAware, más de 4,000 vuelos sufrieron demoras el lunes 6 de octubre, una cifra que no se observaba desde el verano de 2022.
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El epicentro de la crisis se localizó en el Hollywood Burbank Airport, donde la torre de control permaneció completamente vacía durante seis horas el lunes por la tarde, obligando a que el control del tráfico aéreo fuera asumido desde San Diego y causando retrasos promedio de dos horas y media.
Escenarios similares, aunque menos extremos, se repitieron en Denver, Newark, Nashville, Las Vegas y Chicago.
¿Y el Sky Harbor?
En marcado contraste con el caos reportado en otros punros del país, Phoenix Sky Harbor se mantiene como un oasis de operatividad y hasta el miércoles 8 de octubre, el aeropuerto reportaba solo alrededor de 12 vuelos retrasados y una cancelación, con tiempos de espera en los filtros de seguridad de diez minutos o menos.
Representantes del aeropuerto han señalado que no anticipan “muchos impactos visibles en las operaciones a corto plazo”, aunque reconocen que la mayoría de los trabajadores esenciales continúan trabajando sin pago.
En la Terminal 4 del Sky Harbor, el congresista Greg Stanton abordó directamente la situación de los controladores aéreos y el personal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
“Estos profesionales están trabajando actualmente sin salario, y eso crea una presión sobre el sistema y sobre sus familias”, afirmó.
Stanton instó a los viajeros a verificar el estado de sus vuelos y llegar con al menos dos horas de anticipación para vuelos nacionales y tres para internacionales, al tiempo que cargó contra la dirigencia republicana, a la que acusó de “crear esta crisis” y tener “el poder de solucionarlo hoy”.
La congresista Yassamin Ansari fue enfática en atribuir la responsabilidad política: “El cierre del gobierno de Trump y los republicanos, y ya está perjudicando a las familias de Arizona, nuestra economía y a los trabajadores federales”, aseguró.
Ansari elogió el trabajo “verdaderamente heroico” del equipo de Sky Harbor dadas las circunstancias .
La alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, centró su intervención en las consecuencias sanitarias del cierre. Cuantificó el impacto en más de 380,000 arizonenses que podrían ver sus primas mensuales dispararse en más de un 55%.
“Hemos visto a personas llegar hasta la falta de vivienda por deudas médicas. Este es un problema evitable”, afirmó.
Sobre las operaciones en Sky Harbor, la alcaldesa pidió a los pasajeros amabilidad y paciencia, reconociendo que muchos empleados enfrentan numerosos desafíos al trabajar sin salario.
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Trabajadores, entre el compromiso y la preocupación
La presión humana sobre la fuerza laboral fue puesta de relieve por Diane Rodríguez, tesorera de la sección local 1250 del Sindicato de Empleados Gubernamentales (AFGE), que representa a oficiales de seguridad aeroportuaria en Sky Harbor.
“Miles de empleados gubernamentales continúan sin pago. En el equipo de seguridad, seguimos comprometidos con nuestra misión de garantizar la protección en estas circunstancias difíciles. He visto los efectos del cierre y espero que esto termine pronto”, declaró Rodríguez, quien cuenta con 15 años de experiencia en el aeropuerto.
