Arizona ha lanzado una iniciativa de capacitación especializada para que los profesionales de salud mental en las escuelas puedan identificar, evaluar y derivar a estudiantes en riesgo de suicidio. CORTESIA: Freepik
El estado de Arizona ha lanzado una iniciativa de capacitación especializada para que los profesionales de salud mental en las escuelas puedan identificar, evaluar y derivar a estudiantes en riesgo de suicidio, una respuesta directa a las alarmantes estadísticas que muestran que casi uno de cada cuatro estudiantes de secundaria en el estado considera seriamente quitarse la vida cada año.
Este programa, que se enmarca en una asociación plurianual entre el Departamento de Educación de Arizona y la Fundación JED, busca equipar a enfermeros, consejeros, trabajadores sociales y psicólogos escolares con herramientas basadas en evidencia para prevenir tragedias.
“En todos los grupos de edad de estudiantes, el suicidio es una de las principales causas de muerte”, declaró Tom Horne, superintendente de instrucción pública del Departamento de Educación de Arizona. “
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Es imperativo que nuestros profesionales de la salud mental reciban la información más reciente para ayudar a reconocer, y las mejores prácticas para responder a las señales de advertencia que pueden ayudar a las familias a evitar estas tragedias devastadoras”, agregó.
La iniciativa cumple con la ley estatal y representa un esfuerzo por personalizar los recursos de prevención según las políticas, estructuras de personal y contextos culturales y educativos específicos de Arizona.
El curso de formación, de dos horas de duración y titulado “Prevención del Suicidio para Profesionales de la Salud Mental Escolar de Arizona”, tiene objetivos claros y prácticos e instruye a los participantes para que sean capaces de identificar signos de autolesión y crisis, incluyendo señales de pensamientos suicidas o angustia emocional intensa.
Asimismo, busca que comprendan el papel de la evaluación de riesgo de suicidio dentro de un enfoque de prevención integral y aprendan a administrar herramientas de evaluación.
Finalmente, el entrenamiento prepara a los profesionales para actuar cuando un estudiante está en crisis, movilizando al equipo de apoyo, garantizando la seguridad inmediata y documentando las acciones de acuerdo con los protocolos escolares.
El doctor Tony Walker, vicepresidente senior de programas escolares y consultoría de JED, enfatizó la importancia crítica de este tipo de apoyos.
“Los apoyos de salud mental basados en la escuela son críticos para el bienestar de los estudiantes, resultados académicos más sólidos y preparar a los jóvenes para la fuerza laboral y las oportunidades futuras”, afirmó Walker.
“Estamos orgullosos de asociarnos con el Departamento de Educación de Arizona y ayudar a garantizar que los profesionales de la salud mental escolar de Arizona estén preparados y seguros para identificar señales de advertencia, actuar rápidamente en una crisis y conectar a los estudiantes con el apoyo adecuado para que puedan prosperar en la escuela y en la vida”, agregó.
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Esta colaboración se produce en un momento en que la salud mental de los jóvenes sigue siendo una preocupación nacional apremiante y cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que, a nivel nacional, el cuarenta por ciento de los estudiantes de secundaria experimentaron sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza en 2023, y dos de cada diez consideraron seriamente el suicidio.
La puesta en marcha de este programa en Arizona refleja un esfuerzo coordinado para abordar esta crisis de frente, fortaleciendo los sistemas de apoyo dentro del entorno escolar donde los jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo.