Mientras Donald Trump declaraba que comenzaba la “fase dos” del acuerdo y advirtió que Hamás debe desarmarse “o nosotros los desarmaremos”, la crisis por la devolución de los restos mortales amenaza con descarrilar el proceso de paz en sus momentos más iniciales. CORTESIA: The White House
Incumplimiento en la entrega de restos de rehenes tensiona el acuerdo de paz
La frágil tregua entre Israel y Hamás se encuentra bajo una severa tensión apenas días después de su entrada en vigor, luego de que Israel acusara al grupo militante de violar el acuerdo al no haber completado la entrega de los restos de los rehenes fallecidos.
En respuesta, las autoridades israelíes implementaron sanciones, incluyendo la reducción a la mitad de la ayuda humanitaria permitida en Gaza y el cierre del cruce fronterizo de Rafah con Egipto.
El acuerdo de alto al fuego, que comenzó el viernes como parte del plan de paz de 20 puntos del presidente estadounidense Donald Trump, estipulaba que “todos los rehenes, vivos y fallecidos” debían ser devueltos a Israel dentro de las 72 horas posteriores a la aceptación del acuerdo.
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Sin embargo, hasta hoy martes, Hamás solo había liberado a los 20 rehenes vivos restantes y entregado los restos de cuatro de los 28 fallecidos, lo que provocó indignación en Israel.
Como consecuencia, Israel notificó a las Naciones Unidas que, a partir del miércoles, solo permitiría la entrada de 300 camiones de ayuda en Gaza, la mitad de la cantidad acordada, y cerraría el cruce de Rafah hasta nuevo aviso.
Una portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Olga Cherevko, confirmó haber recibido la notificación.
La lenta repatriación de los fallecidos ha ensombrecido la celebración por la liberación de los rehenes vivos; el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos condenó lo que describió como una “flagrante violación del acuerdo por parte de Hamás”.
Mientras tanto, los cuerpos de los rehenes formalmente identificados hasta ahora son los de los israelíes Guy Illouz, Yossi Sharabi y Daniel Peretz, y el ciudadano nepalés Bipin Joshi.
En un comunicado, la esposa de Yossi Sharabi expresó: “Extrañamos profundamente a nuestro Yossi. Era un compañero maravilloso y un padre perfecto. Era un hombre de buen corazón que siempre buscaba formas de hacer el bien”.
Como parte del mismo acuerdo, Israel entregó este martes los restos de 45 palestinos fallecidos mientras estaban bajo custodia israelí. Los cuerpos fueron recibidos por el Comité Internacional de la Cruz Roja en el Complejo Médico Naser en Jan Yunis, donde se iniciaron los trabajos de identificación mediante pruebas de ADN.
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La situación se complica aún más con los reportes sobre el restablecimiento de la autoridad de Hamás en Gaza, pues se ha informado que militantes enmascarados han reaparecido en las calles de ciudades como Gaza City, y una fuente de Hamás confirmó a Reuters la ejecución pública de siete hombres el lunes, en una aparente medida para sofocar cualquier desafío interno a su control.
Paralelamente, el Ministerio de Defensa israelí emitió un comunicado informando que sus fuerzas abrieron fuego contra “sospechosos” que se acercaron a ellos en el norte de Gaza, cruzando una “Línea Amarilla” establecida en el acuerdo, lo que resultó en al menos seis palestinos muertos según las autoridades sanitarias de la enclave.
Mientras el presidente Trump declaraba que comenzaba la “fase dos” del acuerdo y advirtió que Hamás debe desarmarse “o nosotros los desarmaremos”, la crisis por la devolución de los restos mortales amenaza con descarrilar el proceso de paz en sus momentos más iniciales. La promesa de un “nuevo Oriente Medio” se enfrenta ahora a la cruda realidad de una violación que pone a prueba la durabilidad de este frágil cese al fuego.
