Los lanzadores de los Cleveland Guardians de la MLB fueran acusados formalmente por supuestamente aceptar sobornos Foto: CORTESIA: Clevelan Guardians / Facebook
La Liga Mayor de Béisbol (MLB, por sus siglas en inglés) ha impuesto restricciones históricas a las apuestas deportivas tras un escándalo de corrupción que sacude los cimientos del deporte, estableciendo un límite máximo de 200 dólares para las apuestas sobre lanzamientos individuales y prohibiendo su inclusión en apuestas combinadas o parlays.
Esta decisión, acordada con operadores que representan más del 98% del mercado de apuestas en Estados Unidos, busca mitigar los “riesgos de integridad elevados” asociados a estas apuestas micro, las cuales se centran en eventos aislados que pueden ser determinados por un solo jugador y ser inconsecuentes para el resultado final del partido .
La medida se produce un día después de que los lanzadores de los Cleveland Guardians, Emmanuel Clase y Luis Ortiz, fueran acusados formalmente en una corte federal de Brooklyn por supuestamente aceptar sobornos de apostadores para amañar tipos específicos de lanzamientos.
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Según la acusación, los jugadores habrían ayudado a dos apostadores no identificados de República Dominicana a ganar al menos 460,000 dólares con apuestas relacionadas con la velocidad y el resultado de lanzamientos concretos, incluyendo algunos que incluso acabaron en la tierra.
Frente a estos cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y blanqueo de capitales, los abogados defensores han salido al paso con declaraciones firmes; Chris Georgalis, representante de Ortiz, afirmó que su cliente “es inocente y nunca ha, ni nunca lo haría, influenciaría indebidamente un partido —no por nadie y no por nada”.
Por su parte, Michael J. Ferrara, abogado de Clase, sostuvo que su cliente “ha dedicado su vida al béisbol y a hacer todo lo que está en su poder para ayudar a su equipo a ganar; Emmanuel es inocente de todos los cargos y espera limpiar su nombre en los tribunales”.
Este caso no es un hecho aislado en el panorama deportivo estadounidense, pues el mes pasado más de treinta personas, incluidos el entrenador de los Portland Trail Blazers, Chauncey Billups, y el base de los Miami Heat, Terry Rozier, fueron arrestados por su presunta participación en un esquema para que los apostadores utilizaran información privilegiada.
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El abogado de Billups, Chris Heywood, negó las acusaciones en un comunicado, mientras que Jim Trusty, representante de Rozier, declaró que su cliente “no es un apostador” y “espera ganar esta batalla” .
La MLB argumenta que su nueva acción regulatoria está dirigida directamente a reducir el incentivo económico para incurrir en conductas indebidas, ya que al crear un límite de apuesta estricto y prohibir los parlays, se reduce drásticamente el pago potencial para estos mercados y la capacidad de eludir el nuevo límite.
Este escándalo ocurre en el contexto posterior a 2018, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos abrió la puerta a la legalización federal de las apuestas deportivas, un panorama que ahora las ligas profesionales navegan implementando medidas de protección para salvaguardar la integridad competitiva ante nuevas y complejas amenazas.












