Alexis Wilkins, cantante country y pareja de Kash Patel, recibió protección especializada durante su interpretación en la convención de la RNA. CORTESIA: @JudiciaryDems
El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) Kash Patel, enfrenta un creciente escrutinio; por el uso de equipos SWAT para proteger a su novia en eventos públicos, según fuentes internas que cuestionan el uso apropiado de recursos financiados por contribuyentes.
Alexis Wilkins, cantante country y pareja de Patel, recibió protección especializada durante su interpretación en la convención de la Asociación Nacional del Rifle; un evento que ya contaba con medidas de seguridad robustas en su ubicación.
Los dos agentes asignados, miembros de una unidad de alto riesgo, abandonaron el lugar antes de finalizar el acto al percibir que Wilkins no enfrentaba un peligro evidente mientras cantaba, según seis personas conocedoras del incidente.
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Esta decisión provocó la ira de Patel, quien reprendió al comandante del equipo por dejar a su novia sin defensores, criticando además la falta de comunicación sobre los movimientos durante el evento, según los testimonios recopilados.
El director justificó la medida expresando preocupación por posibles ataques hacia Wilkins, una figura conservadora que había recibido amenazas en línea, sin embargo, este episodio ha intensificado las dudas sobre si sus acciones exceden los límites de la práctica estándar.
No es la primera vez que Patel es señalado por uso indebido de recursos, pues ha utilizado el avión del FBI para viajes recreativos, como un viaje de golf a un resort escocés y para citas con su prometida, según reportes internos.
El patrón de uso intensivo de seguridad para sí mismo y su círculo cercano ha generado malestar administrativo; particularmente por la asignación de equipos especializados en situaciones donde el riesgo no parece justificarse plenamente.
La combinación de estos incidentes refleja tensiones más amplias sobre la supervisión de recursos públicos en agencias federales, especialmente cuando se destinan a fines que podrían percibirse como personales o recreativos.
Funcionarios anónimos han expresado inquietud por la apropiación de activos costosos para beneficios privados; subrayando que los protocolos buscan evitar precisamente este tipo de desviaciones en el uso de fondos tributarios.
El caso del viaje a Escocia ilustra cómo recursos de alta gama son empleados para ocio, mientras que la protección SWAT en eventos seguros cuestiona la priorización de asignaciones dentro del buró.
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Aunque Patel alega que las amenazas en línea requieren medidas preventivas, críticos argumentan que la respuesta debe ser proporcional al riesgo real basándose en evaluaciones objetivas y no en relaciones personales.
La falta de transparencia ha llevado a llamados internos para una revisión exhaustiva de las autorizaciones de seguridad; así como de los viajes oficiales que podrían solaparse con intereses particulares.
