El último intento en detener un incremento en los costos de los seguros de salud para millones de personas fue bloqueado en el Senado este jueves. Foto: Cortesía / Freepik
El Senado de los Estados Unidos bloqueó este jueves la última oportunidad legislativa para evitar un aumento en los costos de los seguros de salud para millones de personas a partir de enero, rechazando tanto la propuesta demócrata como la republicana en un claro ejercicio de mensajería partidista.
Los senadores desestimaron un proyecto demócrata para extender por tres años los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible y una alternativa republicana que creaba cuentas de ahorro sanitario, lo que pone fin a los subsidios temporales de la era de la COVID-19.
Ambos planes necesitaban sesenta votos para avanzar, pero fueron obstruidos con resultados idénticos de cincuenta y uno a cuarenta y ocho, siguiendo líneas partidistas casi puras.
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Solo cuatro senadores republicanos apoyaron la extensión demócrata: Susan Collins, Josh Hawley, Lisa Murkowski y Dan Sullivan, un gesto insuficiente que no alteró el resultado.
Este fracaso garantiza que millones de estadounidenses verán un fuerte aumento en sus costos de seguro médico con el nuevo año, un escenario que los demócratas intentaron evitar durante meses.
“Cuando los pagos mensuales de la gente se disparen el año que viene, sabrán que fueron los republicanos los que lo causaron”, había advertido en noviembre el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer.
Los republicanos han argumentado que los planes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, son demasiado caros y requieren una reforma.
Su plan proponía sustituir los créditos fiscales por cuentas de ahorro, enviando dinero directamente a los consumidores en lugar de a las aseguradoras.
El líder de la mayoría republicana, John Thune, criticó la simple extensión demócrata como “un intento de disfrazar el impacto real de los crecientes costos de la atención médica de Obamacare”.
Los demócratas rechazaron la alternativa republicana, argumentando que las sumas ofrecidas no cubrirían los altos deducibles de los planes básicos.
Las votaciones fueron el último capítulo de una batalla que definió el cierre del gobierno federal más largo de la historia, que duró cuarenta y tres días; los demócratas iniciaron ese cierre en octubre para presionar por una extensión, logrando solo la promesa de una futura votación.
Un pequeño grupo de demócratas centristas llegó a un acuerdo, generando alguna esperanza de compromiso que se desvaneció ante la falta de negociaciones bipartidistas reales; incluso después, las conversaciones se estancaron cuando los republicanos exigieron nuevas restricciones a la cobertura del aborto.
El impacto de la expiración será severo, ya que se espera que las primas se dupliquen en promedio para los aproximadamente veinticuatro millones de estadounidenses inscritos en estos mercados.
“Hoy el voto se redujo a una elección simple: proteger a las familias trabajadoras de unos costos de salud que se disparan o permitir que las primas se dupliquen o incluso tripliquen”, dijo el senador demócrata por Arizona Mark Kelly.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, defendió la postura republicana, recordando que “los demócratas escribieron Obamacare” y establecieron la fecha de expiración.
Mientras el Senado llegaba a este punto muerto, en la Cámara de Representantes los republicanos también están divididos sobre el camino a seguir; el presidente de la Cámara, Mike Johnson, prometió una votación la próxima semana, pero los moderados presionan para extender los subsidios, mientras los conservadores exigen una reforma integral.
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Algunos republicanos, como el senador Thom Tillis, habían pedido una extensión a corto plazo para ganar tiempo, argumentando que “es demasiado complicado y difícil de lograr en el poco tiempo que nos queda”.
Sin embargo, prevaleció la falta de interés por un compromiso, cerrando este ciclo de confrontación sin una solución a la vista.
