Katie Hobbs, ha impulsado dos iniciativas de alto impacto para aliviar la presión económica sobre las familias más vulnerables del estado. FOTO: Oscar Ramos / Prensa Arizona
La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, ha impulsado dos iniciativas de alto impacto para aliviar la presión económica sobre las familias más vulnerables del estado; por un lado, un histórico programa de condonación de deuda médica y, por otro, una inversión de emergencia para agilizar las ayudas federales para alimentos y desempleo, las cuales enfrentaban graves retrasos.
El programa de alivio de deuda médica, implementado en colaboración con la organización sin fines de lucro Undue Medical Debt, ha eliminado 642 millones de dólares en obligaciones para más de 485,000 arizonenses.
La iniciativa utiliza fondos federales del American Rescue Plan Act para comprar deudas a hospitales a un costo muy reducido, logrando cancelar aproximadamente cien dólares de deuda por cada dólar invertido y los beneficiarios, que califican automáticamente por sus ingresos, reciben la noticia mediante una carta.
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Este esfuerzo busca eliminar hasta 2,000 millones de dólares en deuda médica, un flagelo que afectaba a residentes como una mujer de Sierra Vista, quien declaró: “Luché años con deudas de hospital”.
La gobernadora Hobbs justificó la medida al señalar que “demasiados arizonenses han caído en deuda médica sin culpa alguna”, enfrentando decisiones imposibles entre pagar facturas o cubrir necesidades básicas y paralelamente, su administración busca abaratar el costo de medicamentos crónicos.
Sin embargo, mientras un frente se aliviaba, otro se complicaba para miles de familias que dependen de programas de asistencia nutricional (SNAP por sus siglas en inglés) y seguros por desempleo.
El Departamento de Seguridad Económica (DES) del estado acumulaba a inicios de diciembre un retraso de 54,000 solicitudes de SNAP sin procesar, 18,000 de ellas con más de 30 días de espera. Esta crisis fue causada por recortes de personal, ya que el equipo para determinar elegibilidad de beneficios se redujo de 1,370 a 880 empleados en un año.
Los testimonios reflejan la angustia causada por estos retrasos; Theo, una persona ciega que vive con discapacidad, relató que sus beneficios fueron cortados por un problema en una entrevista que nunca pudo completar.
“Tengo quizás unos días más de mi medicamento. Eso es todo lo que tengo ahora”, declaró, explicando que también perdió su cobertura de salud. Su amiga Erika describió la frustración de llamar al DES: “El teléfono simplemente se desconecta”.
Ante esta emergencia, la gobernadora Hobbs anunció una inversión de 7.5 millones de dólares para reforzar al DES y reducir los tiempos de espera.
Los fondos permitirán contratar personal temporal, ampliar la capacidad de los proveedores externos y mejorar la tecnología para agilizar procesos y esta medida busca también reducir la tasa de error en los pagos de SNAP, que en Arizona es del 8.84%, para evitar millonarias multas federales.
El contexto de esta crisis incluyó el cierre del gobierno federal en el otoño de 2025, que puso en riesgo los fondos de SNAP para 855,273 personas en Arizona.
Durante ese período, Hobbs destinó inicialmente 1.8 millones de dólares a bancos de alimentos, y tras la reapertura del gobierno, su administración invirtió un total de 2.75 millones para el sistema alimentario de emergencia, incluyendo un programa de cupones para productos frescos.
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Así, la administración Hobbs navega entre la implementación de programas de alivio a largo plazo, como la condonación de deudas, y la respuesta a crisis inmediatas de subsistencia.
Estas acciones reflejan el enfoque de una gobernadora demócrata en un estado de legislatura mayormente republicana, priorizando la estabilidad económica de las familias mientras enfrenta desafíos logísticos y políticos complejos.












