La multa impuesta a Boeing es significativamente menor en comparación con los 24,800 millones de dólares que las familias de las víctimas de los accidentes demandaban. CORTESIA: The Boeing Company / Facebook
Cargos de conspiración para defraudar a EU por accidentes fatales del 737 Max
La aerolínea Boeing ha aceptado declararse culpable de un cargo penal de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, relacionado con su papel en dos accidentes fatales del modelo 737 Max ocurridos en 2018 y 2019. Como resultado de esta declaración de culpabilidad, Boeing pagará más de 487 millones de dólares en multas al gobierno federal y operará bajo la supervisión de un monitor independiente durante tres años, designado por el propio gobierno.
La multa impuesta a Boeing es significativamente menor en comparación con los 24,800 millones de dólares que las familias de las víctimas de los accidentes demandaban.
Las víctimas se refieren a las personas que fallecieron en el accidente del vuelo de Lion Air en 2018 y el accidente de Ethiopian Airlines en 2019.
En un breve comunicado, Boeing confirmó el acuerdo con el Departamento de Justicia:
“Confirmamos que hemos llegado a un acuerdo de principio sobre los términos de una resolución con el Departamento de Justicia, sujeto a la aprobación de términos específicos”.
Este anuncio llega en un momento en que Boeing ha enfrentado un intenso escrutinio tras las revelaciones de varios denunciantes. Estos denunciantes alegaron que la compañía tenía fallas de diseño significativas y utilizó piezas inadecuadas en la construcción de sus aviones.
Además, a principios de este año, un incidente en el que un tapón de puerta de un avión de Alaska Airlines fabricado por Boeing explotó en pleno vuelo, intensificó aún más las preocupaciones sobre la seguridad y los procedimientos de la empresa.
El acuerdo de culpabilidad aún debe ser aprobado por un juez federal en una fecha futura en la corte. Mientras tanto, Boeing deberá adherirse a las condiciones del monitoreo independiente, lo que implicará una supervisión rigurosa de sus operaciones y procedimientos internos para garantizar el cumplimiento con los estándares de seguridad y ética.
Este acuerdo marca un capítulo crucial en la historia de Boeing, destacando la responsabilidad que las grandes corporaciones deben asumir ante fallas graves que ponen en peligro vidas humanas y la confianza pública.
