El secretario de Estado, Adrián Fontes, enfrenta desafíos legales y políticos significativos, previo a las elecciones 2026. CORTESIA: Arizona Secretary of State / Facebook
Arizona se encuentra inmersa en múltiples frentes políticos y elecciones que reflejan su estatus como estado clave en la política nacional mientras la gobernadora demócrata Katie Hobbs mantiene una ligera ventaja sobre sus potenciales rivales republicanos para las elecciones de 2026, según una encuesta de Noble Predictive Insights. Hobbs obtendría un 40% frente al 38% de Karrin Taylor Robson, y un 39% contra el 37% de Andy Biggs, con un alto porcentaje de indecisos.
Esta carrera se da en un contexto donde Arizona ha emergido como un estado competitivo, con un electorado independiente que representa el 34% del registro total, superando a los demócratas y acercándose a los republicanos.
Paralelamente, el secretario de Estado, Adrián Fontes, enfrenta desafíos legales y políticos significativos, por un lado, rechazó una solicitud del Departamento de Justicia para acceder a la base completa de datos de votantes, citando leyes estatales que protegen información sensible y advirtiendo sobre riesgos de privacidad.
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Por otro, el presidente del Senado estatal, Warren Petersen, amenazó con demandar a Fontes por el borrador del Manual de Procedimientos Electorales (EPM, por sus siglas en inglés), acusándolo de exceder su autoridad al incluir provisiones que contradicen estatutos estatales, como extensiones de plazos para correcciones de registro y omisión de requisitos de identificación.
Estas tensiones ocurren en un entorno donde las políticas electorales de Arizona son escrutinizadas a nivel nacional pese a que el estado requiere prueba documental de ciudadanía para registrarse en elecciones estatales, una medida única que ha generado disputas judiciales.
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Además, el sistema de votación por correo, utilizado por el 85% de los votantes en 2024, sigue siendo objeto de desafíos legales por parte de grupos republicanos, aunque recientemente la Corte de Apelaciones desestimó una demanda que buscaba restringir la verificación de firmas.
Con elecciones cruciales en 2026 para gobernador, fiscal general y los nueve escaños congresionales, Arizona se perfila como un microcosmos de las batallas nacionales por la integridad electoral, el equilibrio de poderes y la polarización política.
El resultado de estos conflictos podría influir no solo en el futuro del estado, sino también en las estrategias nacionales de ambos partidos.