Descartan deterioro neurológico en bebés

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Los bebés no vigorosos corren el riesgo de complicaciones graves como bajos niveles de oxígeno en el cerebro, parálisis cerebral y accidentes cerebrovasculares. CORTESIA: Pexels / Jonathan Borba

La ordeña del cordón umbilical no aumenta riesgo en recién nacidos no vigorosos

Un estudio reciente financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) ha revelado que el ordeño del cordón umbilical, una técnica utilizada para trasladar la sangre del cordón umbilical al cuerpo de los recién nacidos no vigorosos (flácidos, pálidos y con respiración mínima), no aumenta el riesgo de deterioro del desarrollo neurológico. 

El estudio incluyó a casi 1000 bebés a término y a corto plazo, y comparó el ordeño del cordón umbilical con el pinzamiento y corte tempranos del cordón, una práctica estándar para iniciar rápidamente los esfuerzos de reanimación.

Los investigadores llevaron a cabo este estudio en respuesta a preocupaciones previas sobre el riesgo de lesión cerebral en bebés extremadamente prematuros asociado al ordeño del cordón umbilical. Los resultados actuales indican que es poco probable que el ordeño del cordón umbilical aumente el riesgo de lesión cerebral en los bebés a término, proporcionando evidencia de que esta técnica es una alternativa segura cuando no hay tiempo para esperar a que la sangre ingrese del cordón de forma natural.

Los bebés no vigorosos corren el riesgo de complicaciones graves como bajos niveles de oxígeno en el cerebro, parálisis cerebral y accidentes cerebrovasculares. La práctica estándar para estos bebés ha sido sujetar y cortar inmediatamente el cordón umbilical para que pueda comenzar la reanimación. 

En contraste, para los bebés vigorosos a término, la recomendación actual es retrasar el pinzamiento y corte del cordón durante al menos 30 a 60 segundos después del nacimiento, permitiendo que la sangre del cordón entre en la circulación del recién nacido. Esto se ha asociado con niveles más altos de hemoglobina y hierro.

En el estudio actual, los investigadores evaluaron a los niños de un estudio previo con pruebas de detección del desarrollo neurocognitivo antes de que cumplieran 2 años de edad. El ordeño del cordón en el estudio anterior consistió en ordeñar 20 centímetros del cordón durante dos segundos, repitiendo este procedimiento tres veces.

De los bebés sobrevivientes, 964 fueron evaluados con el Cuestionario de Edades y Etapas-3 para identificar posibles retrasos en el desarrollo. Los puntajes de los 502 niños en el grupo de ordeño del cordón umbilical variaron entre 225 y 280, similares a los 469 niños en el grupo de pinzamiento temprano del cordón, cuyos puntajes variaron entre 230 y 280. Además, 927 niños fueron evaluados con la Lista de Verificación Modificada para el Autismo en Niños Pequeños, Revisada con Seguimiento. Las proporciones de niños con riesgo medio a alto de trastorno del espectro autista no difirieron significativamente entre ambos grupos.

Las conclusiones

El estudio anterior mostró que, en comparación con los bebés no vigorosos que tuvieron pinzamiento y corte tempranos del cordón umbilical, los bebés en el grupo de ordeño del cordón umbilical tenían menos probabilidades de necesitar apoyo cardíaco y respiratorio, menos probabilidades de tener bajo nivel de oxígeno en el cerebro, y más probabilidades de tener niveles más altos de hemoglobina. Un estudio de seguimiento encontró que estos bebés también tenían un aumento en la sangre bombeada desde el corazón y más flujo sanguíneo a los pulmones y el cerebro.

Los autores del estudio, dirigido por el Dr. Anup Katheria del Sharp Mary Birch Hospital for Women and Newborns en San Diego, concluyeron que el ordeño del cordón umbilical es una intervención razonable que no parece aumentar el riesgo de retrasos en el desarrollo neurológico en bebés no vigorosos a término y a corto plazo. Los hallazgos del estudio aparecen en JAMA Network Open y la investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de los NIH.

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