PHOENIX – 9 de mayo de 2025 | En una noche que pintaba para fiesta, con más de 49 mil aficionados celebrando el Fin de Semana de la Herencia Mexicana en un Chase Field lleno a reventar, los Arizona Diamondbacks vivieron una montaña rusa de emociones que terminó en tragedia: una dolorosa derrota 14-11 ante sus archirrivales, los Dodgers de Los Ángeles.
El ambiente era eléctrico, con mariachi, fuegos artificiales y una afición que no dejó de cantar, pero la historia la escribió un nombre ya familiar: Shohei Ohtani. El astro japonés se encargó de romper el empate en la novena entrada con un descomunal jonrón de tres carreras, silenciando el estadio con un batazo que voló entre los jardines izquierdo y central.
Un juego con tintes épicos… y trágicos para Arizona
Ketel Marte's second home run of the night provides a bit of insurance for the @Dbacks! pic.twitter.com/yqOGj8vTSx
— MLB (@MLB) May 10, 2025
Todo comenzó con un home run solitario de Ketel Marte en la primera entrada que desató la euforia local. A eso le siguió un cuadrangular de Eugenio Suárez en el mismo episodio, marcando un inicio prometedor. Pero los Dodgers respondieron rápido con batazos clave de Freddie Freeman, Andy Pages, y el propio Ohtani, para empatar y tomar momentáneamente la ventaja.
En el quinto inning, la esperanza volvió a encenderse cuando Lourdes Gurriel Jr. conectó un grand slam que puso arriba a los D-backs 8-4. Fue un estallido de emociones en las gradas, pero la fragilidad del bullpen de Arizona dejó escapar la ventaja en el octavo episodio.
Un bullpen que no aguantó
SHOHEI OHTANI, YOU ARE UNREAL. pic.twitter.com/S4jfoRhVV8
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) May 10, 2025
Con el juego 11-8 a favor, los relevistas no lograron mantener el control. Los Dodgers montaron una rebelión que comenzó con un doble de Andy Pages, seguido por imparables de Enrique Hernández y Max Muncy, hasta empatar la pizarra.
El golpe final llegó con dos outs en la novena: Michael Conforto fue golpeado, Hyeseong Kim entró como corredor emergente, y con dos compañeros en base, Ohtani hizo lo que solo los grandes pueden hacer: cambiar el destino del juego con un solo swing.
Aplausos, pero también frustración
Los Diamondbacks pelearon hasta el último out. En la parte baja del noveno, con la afición aún esperanzada, Tim Tawa y Geraldo Perdomo se poncharon sin tirarle, sellando el desenlace.
“Fue un gran juego de béisbol, pero uno que nos duele profundamente perder así”, dijo el manager Torey Lovullo tras el encuentro.
Fiesta de la Herencia Mexicana con sabor amargo
Lo que debía ser una noche de celebración para la comunidad mexicana en Arizona terminó con sabor agridulce. La atmósfera fue inolvidable, pero el resultado final dejó claro que, en el béisbol, nada está escrito hasta el último out.
Los Diamondbacks tendrán que reponerse rápido, pues aún quedan tres juegos en esta serie ante los Dodgers. Y si bien el dolor es real, también lo es la esperanza de revancha.