Las víctimas de Jeffrey Epstein han expresado una profunda frustración con el proceso de divulgación de documentos, mientras Ghislaine Maxwell busca su libertad. CORTESIA: Department of Justice
Mientras se divulgan nuevos detalles del caso Epstein, su cómplice presenta petición de hábeas corpus pidiendo libertad
Días después de que Ghislaine Maxwell pidiera a un juez que la liberara inmediatamente de su sentencia de 20 años, la divulgación de transcripciones del gran jurado devolvió el foco a las víctimas.
La socialité británica, condenada por tráfico sexual en 2021, presentó una petición de hábeas corpus pro se (sin abogado) el 17 de diciembre de 2025 y en ella, alega que “pruebas sustanciales nuevas” demuestran violaciones constitucionales que arruinaron su juicio, argumentando que no recibió un juicio justo por jurados imparciales.
El juez Paul A. Engelmayer amonestó a Maxwell por no eliminar nombres de víctimas e información que las identifica en sus escritos judiciales. “Le recuerda a Maxwell, en términos enérgicos, que le está prohibido incluir en cualquier documento público información que identifique a víctimas”, escribió el magistrado y ordenó que los futuros escritos se presenten bajo sello hasta que sean revisados y tachados apropiadamente para proteger las identidades.
Mientras Maxwell busca su libertad, las víctimas de Epstein han expresado una profunda frustración con el proceso de divulgación de documentos.
La publicación de archivos muy tachados, incluyendo un documento de 119 páginas completamente negro, ha sido calificada como “una bofetada en la cara” por sobrevivientes como Marina Lacerda. Otra víctima, Jess Michaels, declaró a CNN que no pudo encontrar su propio testimonio en los archivos liberados, preguntándose: “¿Es esto lo mejor que puede hacer el gobierno?”.
Por otra parte, el Departamento de Justicia ha admitido que necesitará “unas pocas semanas más” para liberar todos los registros, tras descubrir inesperadamente más de un millón de documentos potencialmente relevantes.
Este retraso, anunciado en vísperas de Navidad, incumple el plazo legal del 19 de diciembre establecido por la Ley de Transparencia de los Archivos Epstein, promulgada en noviembre de 2025. El proceso de revisar y tachar nombres para proteger a las víctimas es la razón oficial de la demora.
Las transcripciones del gran jurado liberadas esta semana incluyen el testimonio de un agente del FBI que describió el papel central de Maxwell.
Según el agente, Maxwell y Epstein “prepararon” a una niña de 14 años con regalos y viajes al cine, normalizando un comportamiento abusivo.
El agente relató que Maxwell actuaba como “una hermana mayor genial” y comentaba “esto es lo que hacen los adultos” para hacer que la situación pareciera normal, pues en sesiones de masaje con Epstein, Maxwell “agarraba los pechos de la chica” y dirigía a las jóvenes con una actitud “muy casual”.
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Los archivos revelan el metódico proceso de captación y todo comenzó en 1994, cuando Epstein y Maxwell se acercaron a una joven de 13 años en un banco de un campamento de verano en Michigan, se presentaron como mecenas de las artes y pidieron el número de teléfono de su madre.
Una vez en la mansión de Palm Beach, construyeron una relación de confianza, pagando lecciones de canto y dando dinero en efectivo para la familia necesitada de la víctima; la estrategia, descrita en los documentos, era clara: “Construir una relación con ella, darle cosas, llevarla a lugares; y luego… una vez que ganan esa confianza, harán que la relación se vuelva sexual”.
El caso sigue evolucionando en múltiples frentes y mientras Maxwell tiene hasta marzo de 2026 para presentar una petición modificada, legisladores de ambos partidos critican la opacidad en la liberación de archivos, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, calificó el proceso de “un encubrimiento descarado”.
Para las víctimas, la lucha no es legal sino moral; como resumió una sobreviviente en un correo electrónico de 2020, Maxwell no solo abusó de ella, sino que jugó un “papel central en conseguir niñas para que Epstein abusara” y la búsqueda de justicia y transparencia total, por tanto, está lejos de concluir.
