Virginia “Ginni” Thomas, esposa del juez de la Corte Suprema Clarence Thomas y activista política conservadora, instó a los legisladores republicanos en Arizona después de las elecciones presidenciales de 2020 a elegir su propia lista de electores, argumentando que los resultados que dieron a Joe Biden una victoria en el estado se vieron empañados por fraude.
Las revelaciones publicadas por primera vez por The Washington Post muestran que Thomas estuvo más involucrado de lo que se sabía anteriormente en los esfuerzos, basados en afirmaciones de fraude sin fundamento, para anular la victoria de Biden y mantener al entonces presidente Donald Trump en el cargo.
En los días posteriores a que The Associated Press y otras organizaciones noticiosas dieron como ganador de la elección presidencial a Joe Biden, Thomas envió un correo electrónico a dos legisladores en Arizona para instarlos a elegir “una lista de electores en blanco” y “mantenerse firmes frente a la presión política y de los medios” y la prensa obtuvo los correos electrónicos bajo la ley de registros abiertos del estado.
Esto llevaría finalmente a que falsos electores de Arizona presentaran su propia acta declarando ganador a Donald Trump, al igual que sucedió en Georgia, Wisconsin, Nevada, Nuevo México, Michigan y Pensilvania.
Al momento sólo el estado de Michigan ha acusado a los falsos electores y en Arizona la fiscal general Kris Mayes afirma que se realiza una investigación.
“Ginni” Thomas envió correos electrónicos al entonces presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, Rusty Bowers, a la representante Shawnna Bolick, quien se postuló para secretaria de estado de Arizona y perdería la contienda interna republicana y apenas hace unos días fue reinstalada en el Senado Estatal.
Los reportes de prensa señalan que 25 altos políticos republicanos más recibieron la comunicación de “Ginni” Thomas en la que por medio de un video de YouTube, les mostraba la estrategia a seguir para revertir la elección.
Vale decir que el video ya no se encuentra en la plataforma, pues fue removido debido a su cuestionable contenido.
“Ginni” Thomas les escribió nuevamente el 13 de diciembre, el día antes de que los electores se reunieran en los capitolios estatales de todo el país para emitir formalmente sus votos para presidente.
“Como legisladores estatales, tienen el poder y la autoridad constitucionales para proteger la integridad de nuestras elecciones, ¡y necesitamos que ejerzan ese poder ahora!”, decía el correo electrónico.
“Nunca antes en la historia de nuestra nación nuestras elecciones han estado tan amenazadas por el fraude y los procedimientos inconstitucionales”.
Bowers descartó la idea de reemplazar a los electores de Arizona poco después de las elecciones y se resistió a las presiones, pero al año siguiente, Bolick presentó un proyecto de ley que habría permitido a la Legislatura anular los resultados de las elecciones presidenciales por cualquier motivo y reemplazar a los electores.
Bolick ha dicho que su legislación habría hecho que el proceso fuera más bipartidista al requerir dos tercios de los votos, pero el texto de la propuesta exige una mayoría simple. En cualquier caso, Bowers esencialmente eliminó la legislación antes de que llegara a votación.
Thomas también le había escrito al entonces jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, en las semanas posteriores a las elecciones, alentándolo a trabajar para anular la victoria de Biden y mantener a Trump en el cargo, según los mensajes de texto informados por primera vez por la prensa nacional.
Thomas era una firme partidaria de Trump y reconoció que asistió al mitin “Stop the Steal” del 6 de enero en el Ellipse, pero se fue antes de que Trump hablara y sus seguidores irrumpieran en el Capitolio.
Thomas criticó la investigación del Congreso sobre la violencia del 6 de enero, incluida la firma de una carta a los republicanos de la Cámara de Representantes pidiendo la expulsión de los representantes Liz Cheney de Wyoming y Adam Kinzinger de Illinois de la conferencia republicana por unirse al comité del Congreso del 6 de enero.
Mientras tanto, el juez Clarence Thomas se ha visto envuelto en varios escándalos por aceptar dádivas de billonarios republicanos y participó en la consideración del tribunal de las demandas que impugnan los resultados de las elecciones; el tribunal rechazó todos los desafíos sin una audiencia, aunque Thomas se encontraba entre los tres jueces conservadores que dijeron que los casos de Pensilvania deberían ser escuchados.
En febrero de 2021, Thomas calificó los casos como una “oportunidad ideal” para abordar una pregunta importante sobre si los legisladores estatales o los tribunales estatales tienen la última palabra sobre la forma en que se llevan a cabo las elecciones federales.
Thomas fue el único miembro de la corte que apoyó un intento de Trump de retener documentos del comité del 6 de enero que estaban en poder de la Administración Nacional de Archivos y Registros e incluían diarios presidenciales, registros de visitantes, borradores de discursos y notas escritas a mano sobre el 6 de enero de los archivos de Meadows.
Los legisladores demócratas han pedido a Thomas que se aparte de los casos relacionados con las elecciones, pero no ha dado indicios de que tenga la intención de hacerlo.
Ginni Thomas ha dicho que ella y el juez mantienen su trabajo separado.
“Al igual que muchas parejas casadas, compartimos muchos de los mismos ideales, principios y aspiraciones para Estados Unidos. Pero tenemos nuestras propias carreras separadas y nuestras propias ideas y opiniones también. Clarence no habla de su trabajo conmigo y yo no lo involucro en mi trabajo”, dijo en anterior entrevista.