El Departamento de Salud del Condado de Pima ha emitido una advertencia al público sobre la presencia de grupos que operan sin los permisos necesarios y en condiciones insalubres. CORTESIA: Departamento de Salud del Condado de Pima
Ahora lanza advertencia el Departamento de Salud del Condado de Pima
El Departamento de Salud del Condado de Pima (PCHD, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia al público sobre la presencia de grupos que operan sin los permisos necesarios y en condiciones insalubres.
Según las autoridades sanitarias, estos vendedores han sido detectados manipulando alimentos sin seguir los protocolos básicos de higiene, lo que representa un riesgo para la salud de los consumidores.
Los inspectores del PCHD informaron que se ha encontrado carne transportada desde Phoenix hasta Tucson sin ningún tipo de control de temperatura, lo que puede provocar la proliferación de bacterias peligrosas.
Además, señalaron la ausencia de fregaderos para el lavado de manos y la falta de controles de temperatura adecuados durante la preparación de los alimentos, lo que incrementa el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
El PCHD insta a la comunidad a seguir apoyando a los operadores de servicios de alimentos que cuenten con los permisos correspondientes, ya que estos deben cumplir con las normativas de salud pública.
Para asegurarse de que los alimentos que consumen son seguros, las autoridades sugieren que las personas siempre verifiquen o soliciten ver el permiso vigente del vendedor.
Salvador Reza, un conocido representante de la Unión Pochteca de Vendedores Ambulantes, ha expuesto que esta situación no es aislada y que se inserta en una problemática más amplia, que incluye la competencia desleal y la explotación laboral de inmigrantes.
“La ola masiva de puestos en las esquinas viene de un movimiento organizado que comenzó en California, se expandió a Las Vegas, Nevada ahora llegó a Arizona y se prepara para ir a nuevo México; su táctica es rebasar la capacidad de los inspectores de salubridad especialmente cuando saben que en el Condado y el Ayuntamiento de Phoenix responden a queja, pero no monitorean activamente la venta ilegal”, afirma Reza.
“El peligro principal además de las pérdidas económicas a los negocios legales es el eligro a la salud y cuando entre en vigor la ley tamal vamos a ver las bacterias y los virus multiplicarse, además las químicas y el desperdicio de las cocinas clandestinas afectarán el sistema de drenaje y reciclaje de la ciudad”, sentencia Reza.
La controversia surge en el contexto de recientes legislaciones estatales, como la polémica “Ley del Tamal”, que ha generado confusión sobre quién puede vender alimentos de manera legal en Arizona.
El crecimiento exponencial de estos puestos no es fortuito.
Según Reza, se trata de un movimiento organizado que comenzó en California, se expandió a Las Vegas y ahora ha llegado a Arizona, con miras a establecerse también en Nuevo México.
La táctica es clara: abrumar la capacidad de las autoridades para inspeccionar y regular, aprovechando que en Phoenix y sus alrededores solo hay un puñado de inspectores dedicados a la venta ambulante.
Los funcionarios han instado al público a estar atentos a señales de advertencia, como la falta de refrigeración adecuada, la manipulación insalubre de los alimentos y la ausencia de permisos visibles.
El futuro de la “Ley del Tamal” y la venta ambulante en Arizona parece incierto. Aunque se espera una audiencia pública cuando los reglamentos estén finalizados, las preocupaciones sobre la capacidad del estado para hacer cumplir la ley son evidentes.
Mientras tanto, la salud de los consumidores y la viabilidad de los negocios que operan legalmente penden de un hilo en esta compleja situación.