Esta declaratoria de emergencia podría incluir protecciones para las personas afectadas por las redadas en Los Ángeles. Foto: Cortesía / @USNorthernCmd
Este martes, la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles, en California, se declaró en Estado de Emergencia, ante las afectaciones que han tenido a nivel social y económico las redadas de agentes de migración (ICE) en los últimos meses.
La supervisora Lindsey Horvath presentó la moción bajo el argumento que las redadas continuas por parte de agentes federales han provocado que las personas acudan a trabajar, e incluso obligan al cierre de algunos negocios.
Esta declaratoria de emergencia podría incluir una moratoria de desalojo y otras protecciones para las personas afectadas por las redadas, con el fin de que no sean despojados de los departamentos o casas en renta.
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En su discurso, la supervisora Janice Hahn afirmó que la proclamación de emergencia para el Condado de Maricopa era necesaria.
“Era necesaria ante el miedo, el dolor y el desorden que estas redadas de ICE están causando en nuestra comunidad. Tenemos familias enteras que se encuentran en la indigencia porque sus padres o madres fueron secuestrados de sus lugares de trabajo”, dijo.
Por su parte, la supervisora Holly Mitchell expuso que las acciones agresivas de los agentes de inmigración han provocado que otras personas comentan actos de violencia racial y odio en la comunidad.
La votación para aprobar la declaratoria de emergencia en el condado de Los Ángeles fue de 4 a 1. El único voto en contra fue de la presidenta de la Junta de Supervisores, Kathryn Barger.
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En su intervención señaló que esto podría atraer más acciones legales por parte del gobierno federal y serían un costo adicional para el presupuesto del condado.
“Las posibles impugnaciones legales también supondrán una carga fiscal adicional para el presupuesto del condado de Los Ángeles, un presupuesto que ya está al límite de sus recursos”, agregó.
Los Ángeles es una de las ciudades más afectadas por las redadas migratorias. En este lugar comenzó el endurecimiento del gobierno federal, que se dispersó a metrópolis como Chicago y Portland, donde líderes sociales y activistas han salido a las calles para protestar contras estas medidas.
