La gobernadora Katie Hobbs señaló que una subvención de $50 millones que se iba a utilizar para la Cuenta de Becas de Empoderamiento (ESA, por sus siglas en inglés) también conocidas como becas universales, es ilegal e inválida.
Y es que horas antes de dejar su cargo, su predecesor Doug Ducey, aprobó la asignación de $50 millones de dólares de los fondos federales de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense para el jardín de infantes de día completo para los beneficiarios de ESA.
Pero la gobernadora Hobbs dice que eso viola varias disposiciones constitucionales y ahora se evaluarán nuevos usos para esos fondos de la era de la pandemia.
“Otorgar ilegalmente $50 millones a escuelas privadas sin invertir adecuadamente en la educación pública es solo un ejemplo atroz del flagrante desprecio de la administración anterior por los estudiantes de las escuelas públicas”, dijo Hobbs en un comunicado de prensa.
“Evitamos una violación de la ley federal y la Constitución del Estado. En mi administración, estamos comprometidos con el despliegue de fondos federales de manera legal y equitativa”.
Pero la tesorera estatal republicana, Kimberly Yee, calificó a la medida de Hobbs como “beligerante e impulsada políticamente”.
“Nuestro equipo legal actualmente está revisando la legalidad de la medida de la Gobernadora y determinando los próximos pasos. Está claro que al gobernador Hobbs no le importa qué es lo mejor para los niños de Arizona ni respeta los derechos de los padres para determinar el mejor ambiente para educar a sus hijos”, dijo Yee en un comunicado de prensa.
El atraso educativo
El anuncio de la gobernadora se produjo solo un día antes de que la Oficina del Censo de Estados Unidos publicara un nuevo informe del año fiscal 2021 que clasificó a Arizona en el puesto 48 del país en financiamiento por estudiante en escuelas públicas K-12.
Arizona tiene décadas estancado en los últimos lugares en inversión para las escuelas públicas y pese a los ajustes salariales recientes, los maestros también están entre los peor pagados del país.
Hobbs fue severa crítica del programa de becas universales al considerar que estaba teniendo un enorme costo para el estado y se dificultaba pagar los recursos, eso además de que las escuelas públicas se veían afectadas por el recorte de recursos y pedía regresar el programa sólo para aquellos niños con necesidades de educación especial.
Hobbs, en su discurso Estado del Estado, condenó la medida y dijo que el programa “carece de responsabilidad y probablemente llevará al estado a la bancarrota”. Puso el costo en $1.5 mil millones durante los próximos 10 años.
Sin embargo con el fin de llegar a un acuerdo de presupuesto bipartidista renunció
a su demanda de frenar el programa que permite que cualquier padre que ya envíe a su hijo a escuelas privadas o parroquiales ahora reciba la factura de los contribuyentes.
Creados por primera vez en 2011, los cupones inicialmente estaban destinados a estudiantes con necesidades especiales que no podían satisfacerse en las escuelas públicas.
Eso no fue gran cosa cuando los estudiantes se mudaron de escuelas públicas a escuelas privadas, ya que los vales de alrededor de $7,000 equivalen aproximadamente a la ayuda estatal, sin embargo, fue solo el año pasado que los legisladores derogaron todas las condiciones, sin restricciones de ingresos.
El mayor efecto fue que inmediatamente permitió que aquellos padres cuyos hijos ya estaban en escuelas privadas, y que se les pagaba con fondos privados, ahora obtuvieran cupones para matrícula, libros y tutoría y también abrió el programa a los padres que enseñaban a sus hijos en casa.
