Joaquín Guzmán López, hijo del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable de narcotráfico y crimen organizado. CORTESIA: DEA
El hijo del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, Joaquín Guzmán López, se declaró culpable de narcotráfico y crimen organizado esta semana y su declaración confirmó el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, histórico socio de su padre, para entregarlo a las autoridades estadounidenses.
Este acto, realizado “con la esperanza de recibir crédito de cooperación” según los folios del acuerdo, fracturó al Cártel de Sinaloa y desató una guerra interna entre facciones. Guzmán López es el segundo hijo del Chapo en declararse culpable, siguiendo los pasos de su hermano Ovidio, quien lo hizo en julio pasado ante la misma jueza.
Los hermanos, conocidos como “Los Chapitos”, asumieron el liderazgo del cártel tras la captura y extradición de su padre, amasando control mediante amenazas y violencia.
Su imperio se construyó sobre la base del legado de El Chapo, quien en su apogeo tuvo una fortuna estimada en mil millones de dólares y el cártel que ayudó a fundar es ahora considerado una de las organizaciones criminales más violentas y poderosas del mundo, responsable de inundar Estados Unidos con fentanilo y otras drogas.
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La administración del presidente Donald Trump designó formalmente al Cártel de Sinaloa como una Organización Terrorista Extranjera a principios de 2025 y en respuesta, la DEA lanzó una operación global en agosto de ese año, resultando en cientos de arrestos y el decomiso de toneladas de drogas y millones en efectivo.
“Cada kilogramo de veneno incautado… representa vidas salvadas”, declaró el administrador de la DEA, Terrance Cole, en un comunicado.
La guerra interna entre las facciones de Los Chapitos y Los Mayitos, desatada tras la entrega de Zambada, ha provocado cientos de muertes en Sinaloa.
Este conflicto está reconfigurando el panorama criminal en México, ya que, según evaluaciones de la DEA, Los Chapitos podrían buscar una alianza estratégica con su antiguo rival, el Cártel Jalisco Nueva Generación. Una alianza así “podría resultar en una alteración significativa del equilibrio existente de poder criminal en México”, advirtió la agencia.
En este entorno de fragmentación, se estarían gestando dos mega alianzas de cárteles que compiten por el territorio nacional, por un lado, Los Chapitos y el Cártel Jalisco Nueva Generación; por el otro, la facción de Los Mayitos del Cártel de Sinaloa se aliaría con el Cártel del Noreste.
Estos pactos son tácticos y temporales, motivados por la defensa común contra enemigos compartidos.
El contexto es de extrema tensión entre Estados Unidos y los cárteles, en octubre de 2025, circuló en redes sociales un banner que supuestamente amenazaba a ciudadanos estadounidenses en México, aunque autoridades mexicanas negaron categóricamente su autenticidad.
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Este supuesto mensaje se difundió tras un informe de que Trump declaró un “conflicto armado” formal con los cárteles de la droga.
Mientras tanto, el cártel continúa su expansión global, utilizando redes de distribución sofisticadas y mezclando fentanilo con sustancias como la xilazina para aumentar sus ingresos.
A pesar de los reveses legales contra los hijos de sus fundadores, la organización mantiene una presencia significativa en México y opera en decenas de países.
