Jamaree Bouyea, que pasó de jugar en la Liga G a los Phoenix Suns, ha demostrado que pertenece a la NBA. CORTESIA: Phoenix Suns / Facebook
Los Phoenix Suns ofrecieron una de sus demostraciones más contundentes de la temporada y humillaron a los Lakers en su propia cancha con un contundente 125-108, a pesar de perder a su estrella Devin Booker por una lesión en la ingle derecha.
Esta victoria cortó una racha de siete triunfos de Los Ángeles, y llegó en un momento crítico para el equipo de Arizona.
La baja de Booker, quien promedia 25.7 puntos por juego, ocurrió a escasos 2:05 de terminar el primer cuarto y su ausencia pudo ser un golpe devastador, pero el equipo mostró una profundidad insospechada.
Dillon Brooks, con 33 puntos, y Collin Gillespie, con 28, fueron los artífices de la ofensiva; este último, quien empezó en lugar de Grayson Allen, acertó ocho triples para alcanzar una marca personal en anotación.
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El equipo no solo compensó la falta de fuego ofensivo, sino que impuso su sello defensivo con una intensidad abrumadora, pues los Suns ganaron puntos en contraataque 28-2 y forzaron 22 pérdidas de balón de los Lakers.
Royce O’Neale igualó su máximo personal con 11 asistencias, superando en un momento a todo el equipo rival, en una muestra de dominio colectivo.
“Si no juegas duro contra ese equipo, vas a quedar expuesto”, admitió el entrenador de los Lakers, J. J. Redick, tras el juego; su equipo, con un Luka Doncic lánguido y nueve pérdidas, fue sobrepasado en cada aspecto.
Los Suns cerraron el primer tiempo con una parcial de 19-4 y nunca miraron atrás, llevando la ventaja a más de 20 puntos en el último cuarto.
Sin embargo, la celebración por la gran victoria viene mezclada con preocupación por Booker; esta es la séptima vez en nueve temporadas que sufre un problema en la ingle o isquiotibial en diciembre o enero.
Su historial de lesiones en esta época del año pone una alerta sobre la capacidad del equipo para mantener su ritmo en las próximas semanas.
El calendario se presenta ahora extremadamente desafiante para los Suns, pues deberán emprender una gira por la carretera que los llevará a enfrentar a equipos de gran calidad.
Visitarán a los Houston Rockets y a los Minnesota Timberwolves, para luego medirse en la semifinal de la Copa NBA ante los Oklahoma City Thunder.
El duelo ante los Thunder, en particular, representa el mayor examen posible puesOklahoma City, campeón defensor y líder de la liga, será un test definitivo para las aspiraciones de Phoenix; en el duelo anterior, los Suns estuvieron cerca de dar la sorpresa y terminaron cayendo por sólo 4 puntos ante OKC.
La próxima semana definirá si esta victoria ante los Lakers fue un destello o la confirmación de un equipo con credenciales de campeón.
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La gira pondrá a prueba la profundidad demostrada y la capacidad del equipo para ganar partidos clave sin su máxima figura; el rol de Brooks y Gillespie, junto con la solidez defensiva, serán más cruciales que nunca.
Los Suns tienen la oportunidad de mandar un mensaje al resto de la liga, pero el margen de error es mínimo.
