Cientos de arizonenses se manifiestan en contra de Trump y en defensa de derechos
El fin de semana, cientos de personas se congregaron frente al Capitolio estatal de Arizona en Phoenix para protestar contra la toma de posesión de Donald Trump como presidente y abogar por los derechos que, según los organizadores, podrían verse amenazados durante su administración. Bajo el lema del “Rally del Pueblo”, los asistentes expresaron su descontento y preocupación por las políticas proyectadas para los próximos cuatro años.
Raquel Terán, líder del evento y exsenadora estatal, alentó a los asistentes a movilizarse recordando las victorias sociales previas de Arizona.
“Hemos estado aquí antes. Tenemos memoria de lucha, y estamos listos para los próximos cuatro años”, proclamó.
El mensaje del “Rally del Pueblo” fue claro: la resistencia y organización comunitaria seguirán siendo herramientas esenciales para proteger derechos y enfrentar desafíos en los próximos años.
Stacey Owens, de 61 años, resumió el sentimiento general de la manifestación al portar un cartel que decía “Esta tierra es mi tierra”, con la imagen de una mujer vistiendo un bikini con la bandera estadounidense. Owens destacó la necesidad de movilización social.
“Estoy marchando para crear conciencia, para que la gente deje la apatía. Sé que muchos están desilusionados, pero debemos levantarnos y decir ‘Ya basta’”, declaró.
La manifestación, organizada por grupos como Women’s March y la Federación de Planificación Familiar de América, buscó alentar a los asistentes a participar activamente en la defensa de derechos reproductivos, justicia racial, igualdad LGBTQ+, y medidas contra el cambio climático.
Marlee Valenzuela, presidenta de Planned Parenthood Generation Action en la Universidad Estatal de Arizona, instó a tener conversaciones difíciles pero necesarias: “No podemos permitir que esta nueva administración deshaga décadas de activismo. Debemos ser los espacios seguros que queremos ver en el mundo”.
Críticas a Trump y su agenda
El rechazo al regreso de Donald Trump a la presidencia fue un tema recurrente. Laura Heidenreich, de 67 años, ondeaba una bandera con el nombre de Trump tachado y la frase “No olviden el 6 de enero”, en referencia al asalto al Capitolio en 2021. Para ella, la participación de Trump en ese evento debería haberlo inhabilitado políticamente.
“Debería estar en prisión, no en la Casa Blanca”, afirmó.
Sin embargo, los manifestantes subrayaron que el problema no es solo Trump, sino una agenda conservadora más amplia. Gina Guglielmo, activista por los derechos LGBTQ+ y el acceso al aborto, advirtió: “Él simboliza la agenda, pero no se trata solo de él. Desde el gobierno estatal hasta el federal, existen propuestas discriminatorias”.
La reciente aprobación de la Proposición 139, que consagra los derechos al aborto en la constitución de Arizona, fue celebrada como un ejemplo de resistencia ciudadana. Athena Salman, directora de campañas de Arizona para Reproductive Freedom for All, destacó que esta iniciativa obtuvo más del 60% de los votos, superando el apoyo recibido por cualquier político estatal, incluido Trump.
“Nuestros legisladores deberían tomar nota. El verdadero mandato de los arizonenses es para la libertad reproductiva, no para la agenda extrema del Proyecto 2025”, señaló Salman.
Este plan, descrito como una hoja de ruta para el segundo mandato de Trump, propone restricciones severas al aborto y acceso limitado a anticonceptivos. Aunque Trump lo desautorizó públicamente, varios de sus aliados estuvieron involucrados en su creación.
Pese a las derrotas electorales recientes para los demócratas, defensores de la salud y derechos sociales confían en la capacidad de los ciudadanos para influir mediante iniciativas populares. Carly Gadberry, de Healthcare Rising AZ, reafirmó el compromiso de su grupo con este mecanismo:
“Nuestro plan es claro: llevaremos esta lucha a las urnas”.