El líder del senado de Indiana Rodric Bray, aquí recientemente juramentando a la juez Judge Grace Terrell, declinó la redistritación en su estado por no contar con los votos suficientes. CORTESIA: Rodric Bray / Facebook
Un enfrentamiento interno entre el presidente Donald Trump y los líderes republicanos de Indiana por un intento de redistritación electoral ha expuesto una rara fractura dentro del Partido Republicano, revelando los límites de la influencia del mandatario en asuntos de gobierno estatal.
La crisis estalló cuando el líder del Senado estatal, Rodric Bray, anunció que no convocaría a la cámara para redibujar los mapas congresionales, a pesar de una intensa presión desde la Casa Blanca, con múltiples visitas del vicepresidente JD Vance y una reunión en el Despacho Oval.
Bray explicó: “Hoy anuncio que no hay suficientes votos para impulsar esa idea, y el Senado no se reunirá en diciembre” .
La respuesta de Trump fue inmediata y contundente, a través de Truth Social, acusó a Bray y al senador Greg Goode de ser “políticamente correctos” y de privar potencialmente a los republicanos de la mayoría en la Cámara de Representantes .
“Cualquier republicano que vote en contra de esta importante redistritación, que potencialmente tiene un impacto en Estados Unidos mismo, debería ser impugnado en las primarias”, declaró, dirigiendo también su ira hacia el gobernador Mike Braun por no asegurar los votos necesarios.
Este revés en Indiana es emblemático de los obstáculos que la ofensiva de redistritación de Trump está encontrando en varios estados; en Kansas, por ejemplo, el representante Mark Schreiber se negó a firmar una petición para una sesión especial, argumentando que la redistritación “no debería hacerse a mitad de ciclo”.
Mientras la estrategia republicana se estanca, los demócratas avanzan con sus planes para contrarrestar cualquier ventaja.
Los votantes de California aprobaron abrumadoramente la Proposición 50, una medida que permitirá redibujar cinco distritos congresionales a favor de su partido.
El conflicto en Indiana subraya una tensión entre la lealtad partidista y los principios de gobernanza; el senador estatal Spencer Deery defendió su postura afirmando que se les pide “crear una nueva cultura en la que sería normal que un partido político seleccionara nuevos votantes… cualquier vez que tema las consecuencias de una elección próxima” .












