A pesar de terminar con 31 puntos, Devin Booker admitió que su actuación general fue “desastrosa” luego de cometer seis pérdidas de balón. FOTO: Oscar Ramos / Prensa Arizona
El equipo de casa debuta ante su afición con electrizante triunfo 120-116 ante Sacramento Kings
En una fuerte demostración de carácter, los Phoenix Suns inauguraron su temporada 2025-2026 con una victoria épica por 120-116 sobre los Sacramento Kings, tras remontar un déficit de 20 puntos que había sumido en el silencio a la afición que abarrotó el Mortgage Matchup Center.
Este triunfo no solo marca el debut exitoso del entrenador Jordan Ott y su primera victoria oficial en la NBA, sino que parece encapsular la nueva identidad de garra y resiliencia que la franquicia prometió a sus seguidores.
El encuentro estuvo precedido por un momento cargado de nostalgia, cuando el exestrella de los Suns, Amar’e Stoudemire, tuvo el honor de lanzar el primer tiro libre ceremonial, un gesto que conectó la rica historia del equipo con su presente lleno de expectativas.
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El partido comenzó de la manera más preocupante para los Suns, quienes vieron cómo todos sus problemas de temporadas anteriores se exponían en una primera mitad deslucida.
Los Kings, a pesar de afrontar el partido sin sus estrellas Domantas Sabonis y Keegan Murray, dominaron con contundencia y llegaron a liderar por 20 puntos.
Sin la contribución del lesionado Jalen Green, la carga ofensiva recayó inicialmente en Devin Booker, quien a pesar de terminar con 31 puntos, admitió que su actuación general fue “desastrosa” luego de cometer seis pérdidas.
La esperada entrega de energía y coraje, sin embargo, llegó con el inicio del segundo tiempo; cuando los Suns reaccionaron con un parcial de 36-21 en el tercer cuarto, impulsados por una defensa feroz y una búsqueda agresiva de segundas oportunidades, anotando 28 puntos de esta manera, una cifra que superó cualquier registro de la campaña anterior.
En este contexto de remontada, Dillon Brooks emergió como el personaje central del encuentro, inyectando una actitud combativa que definió los momentos cruciales.
Brooks, quien finalizó con 22 puntos, se enzarzó en un intenso duelo personal con DeMar DeRozan de los Kings, llenando el juego de fricciones y momentos teatrales que electrizaron al público.
“Esa es parte de su identidad, y lo necesitamos”, declaró Booker sobre Brooks tras el partido, destacando que es “algo que definitivamente no tuvimos mucho la temporada pasada”.
Por su parte, su compañero Ryan Dunn, quien también fue clave con nueve puntos y diez rebotes, lo describió de manera más directa: “¡Está loco! Está loco… Es un perro de pelea, pero tiene buenas intenciones”.
Más allá de Brooks, el equipo encontró contribuciones vitales en momentos precisos; Grayson Allen, a pesar de sus cuatro pérdidas, aportó 18 puntos y siete asistencias, mientras que el pívot Mark Williams, llegado en un intercambio con Charlotte, hizo su debut desde el banquillo con una impactante presencia en la pintura, logrando seis puntos, once rebotes y dos tapones para un +15 en valoración.
También valiosas las contribuciones desde la banca para Collin Gillespie y Royce O’Neale, que lograron anotaciones y paradas en los momentos clave del tercer periodo e inicio del cuarto, ya en plena lucha por la victoria.
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Esta victoria inicial, sin embargo, viene matizada por las preocupaciones físicas del equipo, pues Jalen Green continuará ausente debido a una lesión en el tendón de la corva que lo mantendría fuera de la alineación durante las primeras semanas .
Además, para el siguiente partido, Grayson Allen fue descartado a última hora por razones personales.
El propietario Mat Ishbia, reflejando una filosofía de paciencia y proceso, declaró antes del partido que las victorias y los campeonatos “van a llegar”, pero aclaró que la medición del éxito este año no se basará únicamente en esos resultados, sino en ver un equipo que “compite, que trabaja intensamente y que quiere ganar” .
