El funcionario estatal asegura que fondos educativos federales están seguros. Foto: Cortesía / Facebook Tom Horne
El Superintendente Estatal de Instrucción Pública de Arizona, Tom Horne, afirmó que el posible cierre del Departamento de Educación de Estados Unidos (USDoE) no afectaría los fondos federales destinados a la educación en Arizona. Según Horne, estos recursos están vinculados a leyes educativas federales, no a la existencia de una burocracia ineficiente en Washington.
Horne explicó que los fondos federales asignados a programas como educación especial, estudiantes desfavorecidos y aprendices del idioma inglés están garantizados por leyes aprobadas por el Congreso. Además, los fondos destinados a subvenciones competitivas podrían gestionarse directamente a través de los estados, eliminando la necesidad de una intermediación burocrática federal.
“Cerrar el Departamento de Educación no significaría una pérdida de fondos para Arizona”, declaró Horne.
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Horne argumentó que el USDoE no ha cumplido su propósito, citando la disminución de los puntajes nacionales en lectura, escritura y matemáticas durante las últimas cuatro décadas. Según él, este deterioro evidencia la inutilidad del departamento.
“Los recursos que se destinan a operar esta burocracia deberían invertirse directamente en las escuelas locales”, añadió.
Horne recordó situaciones de su primer mandato como Superintendente, en las que enfrentó decisiones “absurdas” del USDoE. Por ejemplo, mencionó el caso de un estudiante navajo clasificado erróneamente como aprendiz de inglés debido a reglas federales mal diseñadas. Esto llevó al estudiante a una clase de español, a pesar de que su idioma dominante era el inglés.
“El gobierno federal tomó decisiones descabelladas que demostraron lo desconectados que están los burócratas de Washington. Me opuse y desafié al USDoE a demandar al estado, pero nunca lo hicieron”, señaló.
Horne también criticó el sistema de gestión de subvenciones del USDoE, calificándolo de “obsoleto” y “difícil de manejar”. Expuso problemas como la necesidad de reportes duplicativos, viajes obligatorios para capacitaciones poco útiles y sistemas arcaicos que complican el trabajo de las oficinas estatales.
Además, señaló un informe de la Oficina de Administración y Presupuesto federal que indica que más de la mitad de los 4,300 empleados del USDoE trabajan de forma remota, en contraste con los maestros que deben presentarse en las aulas.
“Esto es un desperdicio del dinero de los contribuyentes, muestra una ética laboral deficiente y da un mal ejemplo a los maestros y estudiantes”, concluyó Horne.