Ante una audiencia de líderes comunitarios y estudiantes, Regina Romero tejió un relato personal y colectivo que refleja la tensión entre las promesas de progreso. Foto: Oscar Ramos / Prensa Arizona
En un discurso cargado de simbolismo histórico y urgencia política, la alcaldesa de Tucson, Regina Romero, primera mujer latina en ocupar el cargo, denunció las políticas del segundo mandato de Donald Trump como un ataque sistemático a los derechos laborales, la educación pública y la diversidad cultural.
Durante la reciente conmemoración de César Chávez y ante una audiencia de líderes comunitarios y estudiantes, Regina Romero —hija de inmigrantes y egresada de la Universidad de Arizona— tejió un relato personal y colectivo que refleja la tensión entre las promesas de progreso y las realidades de un gobierno que, asegura, “busca borrar nuestra historia”.
Romero evocó la figura de César Chávez, líder campesino y símbolo de la lucha por derechos laborales, para contrastarlo con las recientes medidas de Trump. En febrero de 2025, el presidente firmó una orden ejecutiva que debilita los Project Labor Agreements, acuerdos que garantizan salarios justos en proyectos federales, un pilar de las conquistas de Chávez en los años 70.
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“Están desmantelando lo que costó décadas construir: protección sanitaria, salarios dignos y seguridad laboral”, declaró Romero, en alusión a los 2.5 millones de trabajadores agrícolas en el país., el 75% la gran mayoría, de origen mexicano, según datos del Departamento de Trabajo 15.
La alcaldesa vinculó estas políticas con un patrón más amplio: la eliminación de programas educativos como los Mexican-American Studies en Arizona —impulsados tras una lucha legal en 2017— y el intento de suprimir el Mes de la Herencia Hispana, una medida que el gobierno federal justifica como parte de su agenda contra la “división racial”.
“Quieren silenciar nuestras historias para negarnos oportunidades”, afirmó, recordando que el 40% de los latinos en Arizona son trabajadores esenciales en sectores como la agricultura y la construcción.
El gran ecualizador bajo amenaza
Romero, quien se define como “producto de la educación pública”, criticó los recortes al Departamento de Educación y las restricciones a programas de inclusión. Según un informe de la National Education Association, Arizona ocupa el puesto 48 en financiamiento educativo por estudiante, con un gasto de $9,500 anuales frente a la media nacional de 14,000. “Sin educación, no hay movilidad social”, insistió, destacando que el 60% de los estudiantes latinos en el estado son primera generación universitaria.
La alcaldesa también alertó sobre el impacto de las deportaciones masivas prometidas por Trump, que ya han separado a 1,200 familias en Arizona desde enero de 2025, según el American Immigration Council.
“Cuando deportan a un padre, condenan a sus hijos a la pobreza educativa”, sostuvo, en referencia a los 5,000 niños en Tucson con al menos un progenitor indocumentado.
Frente a la narrativa oficial que culpa a los migrantes de la crisis económica, Romero apuntó a la codicia corporativa: “El 1% más rico acapara el 32% de la riqueza nacional, mientras el salario mínimo en Arizona (14.70/hora) no alcanza para vivir”
Citó el caso de Amazon, que en 2024 reportó ganancias récord de 480 mil millones mientras recortaba beneficios médicos a empleados de almacén.
La solución, según Romero, está en la organización comunitaria y en la educación: “:a resistencia es a través del conocimiento y en solidaridad, somos imbatibles”, afirmó, recordando las protestas de 2023 que lograron frenar una ley estatal contra el voto latino.
En un contexto donde Arizona es epicentro de batallas políticas —desde el muro fronterizo en Tijuana hasta los aranceles del 25% a México—, Romero urgió a defender la diversidad como antídoto contra el autoritarismo.
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“La inclusión es una palabras sucia: es nuestra fuerza”, concluyó, citando a su mentor, el recientemente fallecido ex congresista Raúl Grijalva.
Mientras Trump promete “recuperar el Canal de Panamá” y rebautiza el Golfo de México, líderes como Romero insisten en que el futuro se juega en las aulas, los sindicatos y las urnas.
Su mensaje, heredero de Chávez, es claro: “Ante tiempos oscuros, la luz viene de abajo”.