En Arizona ocurrieron 275 colisiones mortales con participación de camiones de reparto, accidentes que han dejado a familias en luto. Foto: Archivo
Arizona ocupa el quinto lugar nacional en accidentes fatales que involucran vehículos de reparto, según un estudio reciente de Jason Stone Injury Lawyers y con el 16.44% de los siniestros mortales vinculados a estos transportes, el estado refleja un problema que combina factores como el aumento del comercio electrónico, la presión logística y desafíos en la seguridad vial.
El análisis, que examinó datos de cinco años de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) reveló que en Arizona ocurrieron 275 colisiones mortales con participación de camiones de reparto. Aunque la cifra es menor que en Wyoming (líder con 22.68%), preocupa por su impacto en una red vial donde convergen zonas urbanas en expansión como Phoenix y Tucson con carreteras rurales de alta velocidad.
Expertos señalan que la combinación de tráfico denso y rutas remotas exige estrategias diferenciadas para reducir riesgos.
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En respuesta, Arizona ha intensificado operativos como “Operación Southern Shield”, enfocada en inspeccionar vehículos comerciales. En febrero de 2025, esta iniciativa multidisciplinaria revisó 910 camiones en las interestatales 10 y 19, sacando de circulación a 146 unidades y 92 conductores por violaciones críticas, incluyendo fatiga al volante y uso de celulares.
Además, las nuevas leyes de tráfico de 2025 introdujeron requisitos estrictos, como cursos obligatorios de seguridad para operadores de vehículos todo terreno y la prohibición de contenedores de alcohol abiertos en estos transportes, medidas que buscan reducir distracciones.

Sin embargo, persisten retos como el envejecimiento de la flota de camiones que se correlaciona con mayores fallos mecánicos y aunque el estudio no detalla la antigüedad de los vehículos involucrados en Arizona, datos globales indican que camiones mayores de 10 años tienen un 78% más de probabilidades de sufrir accidentes graves, especialmente por frenos defectuosos o neumáticos en mal estado.
La geografía de Arizona amplía los riesgos y carreteras como la I-10, que conecta Phoenix con California, registran tráfico pesado de camiones de carga, mientras áreas rurales enfrentan limitaciones en respuesta a emergencias.
Un experto de Jason Stone Injury Lawyers subrayó que “estados con carreteras menos pobladas, como Wyoming o Arizona, presentan desafíos únicos, donde distancias largas y velocidades altas aumentan la gravedad de los siniestros”.
Además, la presión sobre los conductores de reparto como plazos ajustados y largas jornadas contribuye a fatiga y errores.
En 2024, el 35% de las violaciones detectadas en Arizona durante inspecciones estuvieron relacionadas con horas de servicio excedidas, un factor crítico en colisiones.
Para mitigar estos riesgos, autoridades recomiendan acciones como mantenimiento preventivo: adoptar estándares como los Criterios de Fuera de Servicio 2025, que refuerzan revisiones de frenos, neumáticos y sistemas eléctricos en vehículos comerciales.
- Educación vial: Campañas que enfaticen la distancia segura y anticipación de maniobras bruscas, especialmente en zonas de alto tráfico como Mesa o Scottsdale.
- Tecnología: Implementar sistemas de asistencia al conductor (ADAS) en flotas, ya requeridos en algunos estados para camiones nuevos.
Arizona explora también ampliar la Ley Turquesa, actualmente centrada en personas indígenas desaparecidas, para incluir protocolos específicos en accidentes con vehículos comerciales. Mientras, asociaciones como la Cámara de Comercio Hispana de Arizona abogan por incentivos fiscales para renovar flotas.
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El auge del comercio en línea ha transformado las carreteras de Arizona en corredores logísticos vitales, pero con un costo humano. Como señaló un experto: “La seguridad vial no es solo responsabilidad de los conductores, sino de una cadena que incluye empresas, legisladores y comunidades”.