Con la presión del presidente Donald Trump de alcanzar una cuota diaria de tres mil arrestos, activistas señalan que ICE ha intensificado sus tácticas. Foto: Cortesía / Facebook ICE
Las tácticas de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han generado una ola de críticas y temor en comunidades de inmigrantes tras varios reportes de operativos encubiertos, arrestos sin orden judicial y deportaciones aceleradas de personas sin antecedentes criminales, en su mayoría trabajadores que llevan años viviendo en Estados Unidos.
Una reciente decisión de un juez federal en Arizona ha puesto en duda la legalidad de algunas de estas acciones. El magistrado G. Murray Snow detuvo la deportación de Fatemeh Tabatabaeifar, una joven iraní de 22 años que fue arrestada a pocas millas de la frontera con México y a quien se le negó el derecho a presentar su solicitud de asilo. En su fallo, el juez dejó claro que un decreto presidencial no puede anular la ley del Congreso que otorga a los inmigrantes el derecho a solicitar asilo una vez dentro del país.
“El presidente tiene autoridad para decidir sobre el ingreso a Estados Unidos, pero no para quitarle a una persona el derecho a pedir asilo una vez que ya está dentro del país”, argumentó su abogado Taher Kameli.
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Mientras el gobierno intentaba justificar la expulsión de Tabatabaeifar bajo la Proclamación Presidencial No. 10888, el juez Snow afirmó que la ley migratoria vigente, aprobada por el Congreso, protege el derecho de los solicitantes de asilo a una evaluación completa de su caso.
Organizaciones de derechos humanos han denunciado que ICE ha intensificado las detenciones de inmigrantes sin antecedentes penales. La agencia ha comenzado a utilizar tácticas cuestionables, como hacerse pasar por trabajadores de compañías eléctricas o mecánicos varados para ingresar a hogares sin orden judicial.
En Tucson, un grupo de legisladores demócratas denunció públicamente que agentes de inmigración se hicieron pasar por empleados de Tucson Electric Power para acceder a una vivienda. Un vecino grabó el incidente, lo que desató la indignación de líderes comunitarios. “Este tipo de engaños destruye la confianza en nuestras comunidades y borra las líneas éticas y del debido proceso”, señalaron los legisladores en un comunicado conjunto.
A través de redes sociales también se han conocido otros casos preocupantes. En Chandler, Arizona, un hombre identificado como “Luis”, con más de dos décadas viviendo en el país, fue arrestado por ICE después de que una mujer tocó a su puerta pidiendo ayuda con su auto supuestamente descompuesto. Al salir a ayudar, agentes armados lo detuvieron. Su hijo, que compartió la historia y advirtió a otras familias indocumentadas a estar alerta y no confiar en quienes llaman a sus puertas.
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Estos operativos se suman a decenas de arrestos realizados en cortes de inmigración, donde solicitantes de asilo o residencia son detenidos al terminar sus audiencias, en Phoenix, Arizona San Antonio, Texas y muchas otras ciudades.
Críticos aseguran que estas acciones no solo afectan a personas sin antecedentes penales, sino que además violan principios básicos de justicia y con la presión del presidente Donald Trump de alcanzar una cuota diaria de tres mil arrestos, activistas señalan que ICE ha intensificado sus esfuerzos, incluyendo prácticas encubiertas que rozan la ilegalidad.
