Durante su visita al Centro de Detención de Eloy, la congresista Yassamin Ansari, esuchó de primera mano testimonios desgarradores de inmigrantes. Foto: Facebook / Eloy Detention Center
La congresista Yassamin Ansari entró sin avisar al centro de detención de ICE en Eloy, Arizona. Lo que encontró superó sus peores temores: mujeres que describieron tratos crueles, humillaciones sistemáticas y negligencia mortal bajo custodia de CoreCivic, la empresa privada que gestiona el centro desde hace cuatro décadas.
Quince mujeres se apiñaron frente a Ansari y una tras otra relataron cómo un oficial las obligó a caminar bajo sol extremo sin agua mientras repetía esa frase.
“Una se desmayó por deshidratación”, detalló la congresista. Otras describieron insultos raciales y sexuales.
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Kathryne, detenida desde hace cinco meses, confesó: “Recopilo testimonios de agresiones que nadie investiga”.
Durante un incendio semanas atrás que fue ocultado a los medios de comunicación, el caos reveló la desprotección: “Una mujer de ochenta años golpeaba puertas para escapar y se desvaneció”, relató Ansari. Cuando Jenny, quien es beneficiaria de DACA y fue detenida por pasarse un semáforo en rojo, intentó ayudarla y la encerraron en aislamiento quince días. “Castigan la solidaridad”, denunció.
Los teléfonos del centro tenían los números del Ombudsman y la policía bloqueados. Un agente aseguró a Ansari que funcionaba la línea PREA (contra abusos sexuales), pero las internas confirmaron: “Las quejas desaparecen en el vacío”.
Peor aún: al quejarse por agua contaminada, un guardia dio cubitos de hielo a una mujer diciendo: “Espere a que se derritan”.
La visita ocurre mientras ICE acecha tribunales en Phoenix y activistas crearon redes de alerta: voluntarios graban interceptaciones para evitar “desapariciones”.
Ansari vinculó ambas realidades: “El maltrato en Eloy y las redadas son partes de la misma máquina de deportación masiva de Trump”.
El negocio de las cárceles
CoreCivic recibe $133 millones anuales por el contrato de Eloy, según datos del presupuesto federal 2024 y recibe pagos diarios por cada inmigrante detenido en sus instalaciones que varían de los $62 a los $296.
En cuanto al apoyo financiero a campañas políticas, CoreCivic ha realizado contribuciones significativas, pues donó $500,000 al comité inaugural de Donald Trump en diciembre de 2024, destacando la estrecha relación entre Trump y la industria de prisiones privadas .
Además, durante el ciclo electoral de 2024, CoreCivic contribuyó con $223,223 al Comité Nacional Republicano, según datos de OpenSecrets .
Estas contribuciones han generado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés, especialmente considerando que las políticas de inmigración más estrictas pueden beneficiar financieramente a empresas como CoreCivic.
CoreCivic recibe pagos significativos por la detención de inmigrantes y ha apoyado financieramente campañas políticas, incluyendo las de Donald Trump en 2016 y 2024, lo que ha suscitado debates sobre la influencia de las empresas privadas en las políticas de inmigración y justicia penal.
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Ansari fue contundente: “Si una empresa privada lucra con cárceles, lo mínimo que puede hacer es tratar a las personas con dignidad”.
Con el centro al noventa y ocho por ciento de su capacidad, Ansari prepara una lista de exigencias a la administración Trump: “Cada persona aquí merece debido proceso y trato humano”.
Mientras, Jenny, la recolectora de testimonios, espera su liberación para llevar las historias a Washington. “Si callo, me convierto en cómplice”, dijo.