Por Erika De la Cruz
Hola ¿Qué tal? ¿Cómo están?
¿Cómo se comunican con sus hijos? Porque si el diálogo es importante en las relaciones interpersonales, lo es aún más en la familia. La comunicación está guiada por los sentimientos y por la información que transmitimos y comprendemos.
La comunicación nos sirve para establecer contacto con las personas, para dar o recibir información, para expresar o comprender lo que pensamos y para transmitir nuestros sentimientos. También nos permite comunicar pensamientos, ideas, experiencias o información con los demás, y unirnos o vincularnos a través del afecto y la empatía.
Cuando existe una buena comunicación en la familia, se puede afirmar que hay compañerismo, complicidad y un ambiente de unión y afecto en el hogar. Pero, sobre todo, lo más importante es que hay respeto mutuo y valores bien asentados que tienen su raíz en una buena relación con Dios y con los demás.
Poner en práctica estas recomendaciones mejorará el clima familiar, facilitará la comunicación y fortalecerá la confianza entre niños y adultos, entre padres e hijos, acercando aún más la unión familiar:
Cumplir siempre con la regla de que “todo lo que se dice, se cumple”.
Practicar la empatía, poniéndonos en el lugar del otro.
Dar mensajes coherentes y no contradictorios.
Escuchar con atención e interés.
Crear un clima emocional que facilite la comunicación.
Pedir y valorar la opinión de los demás.
Expresar y compartir los sentimientos.
Ser claros a la hora de pedir algo.
Recuerde: los seres humanos aprendemos más con el ejemplo que con las palabras.
¿Usted qué piensa? Me gustaría saber su opinión.
Proverbios 22:6
Instruye al niño en su camino,
y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.












