La demanda, presentada en un tribunal federal, se enfoca en el nuevo mapa impulsado por el gobernador demócrata Gavin Newsom; esto responde a un esfuerzo similar republicano en Texas solicitado por Donald Trump. CORTESIA: Governor Gavin Newsom / Facebook
Un enfrentamiento legal de proporciones históricas se desató entre el Departamento de Justicia federal y el estado de California, luego de que la administración del presidente Donald Trump presentara una demanda para bloquear el nuevo mapa de distritos congresionales aprobado bajo el liderazgo del gobernador Gavin Newsom.
Esta batalla judicial, que podría definir el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de 2026, representa una escalada sin precedentes en la guerra nacional de redistritación partidista.
La demanda federal acusa a California de realizar una manipulación electoral racial al utilizar la raza como factor predominante para favorecer a votantes hispanos y consolidar el poder demócrata, lo que según la fiscal general Pam Bondi, “pisotea los derechos civiles y se burla del proceso democrático”.
La acción legal responde directamente a la Proposición 50, una enmienda constitucional avalada mayoritariamente por los votantes de California este mes, la cual fue impulsada por Newsom como contrapeso a una maniobra republicana similar en Texas.
Mientras los nuevos distritos tejanos, respaldados por Trump, buscan asegurar cinco escaños adicionales para el Partido Republicano, el mapa de California tiene el potencial de entregar cinco escaños actualmente republicanos a los demócratas. Brandon Richards, portavoz de Newsom, respondió a la demanda con contundencia: “Estos perdedores perdieron en las urnas y pronto también perderán en los tribunales”.
Esta medida marca la primera vez que el Departamento de Justicia actúa contra revisiones de mapas congresionales a mitad de década, a pesar de no haber impugnado cambios similares en estados liderados por republicanos como Texas, Missouri y Carolina del Norte.
El conflicto trasciende lo legal para convertirse en una pulseada política de alcance nacional, que ya ha atraído decenas de millones de dólares en donaciones y la participación de figuras prominentes de ambos partidos.
Para Newsom, un demócrata posicionado como favorito temprano para la candidatura presidencial de 2028, este enfrentamiento le proporciona una plataforma nacional invaluable.
