Un análisis integral de datos federales revela que los residentes de Arizona se encuentran entre los que más gastan en electricidad en Estados Unidos. CORTESIA: SRP
Un análisis integral de datos federales revela que los residentes de Arizona se encuentran entre los que más gastan en electricidad en Estados Unidos; el estudio, realizado por la firma especializada Lightopia, sitúa al estado en el noveno lugar nacional con un gasto promedio anual de 1,532 dólares por hogar.
Esta cifra representa un 8,9% por encima del promedio nacional de 1,407 dólares, destacando una carga financiera significativa para las familias arizonenses en un contexto de precios energéticos volátiles.
La investigación analizó el consumo y el costo de la electricidad entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, utilizando información de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos; el ranking nacional es liderado por Connecticut (1,932 dólares), seguido por Hawái y Alabama.
Aunque el precio por kilovatio-hora en Arizona (15.3 centavos) se sitúa por debajo del promedio nacional (17.2 centavos), el alto consumo anual per cápita de 10,001 kWh explica el gasto total elevado.
Este fenómeno se atribuye en gran medida al clima extremo del estado, que requiere un uso intensivo de sistemas de aire acondicionado durante los prolongados y calurosos veranos; la demanda energética para refrigeración es un factor determinante en el consumo, incluso con tarifas relativamente moderadas.
“Los consumidores en estados de alto gasto pueden reducir sus facturas significativamente mediante soluciones de iluminación eficiente”, comentó Sharon Gautschi, directora de mercadeo de Lightopia.
El informe también proyecta el impacto de la temporada navideña en los recibos de diciembre; en Arizona, el costo de operar luces decorativas LED durante 35 días se estima en 78 centavos, mientras que las bombillas incandescentes tradicionales costarían 3.88 dólares.
A nivel nacional, Hawái enfrenta el costo más alto para iluminación festiva (2.17 dólares para LED), e Idaho el más bajo (60 centavos), reflejando las disparidades regionales en las tarifas eléctricas.
Los hallazgos subrayan una paradoja clave: estados con precios por kWh bajos pueden tener gastos totales altos debido a un consumo excesivo impulsado por necesidades climáticas, este es el caso de varios estados del sur, incluidos Texas, Alabama y Mississippi.
Por el contrario, estados del noreste como Connecticut y Massachusetts combinan altos precios con un consumo más moderado, resultando en facturas igualmente abultadas pero por razones distintas.
Para los arizonenses, la transición a tecnologías eficientes se presenta como la ruta más directa para aliviar la presión económica; la sustitución de electrodomésticos antiguos, el uso de termostatos inteligentes y la adopción masiva de iluminación LED ofrecen un potencial de ahorro sustancial.
Expertos enfatizan que estas medidas son cruciales no solo para las finanzas familiares, sino también para la estabilidad de la red eléctrica estatal durante los picos de demanda estival.
El estudio de Lightopia sirve como un recordatorio claro de que el costo de la energía es una ecuación de dos variables: precio y consumo; mientras Arizona no pueda reducir su demanda masiva para climatización, sus hogares seguirán expuestos a facturas elevadas.
La planificación urbana, los códigos de construcción más estrictos y los incentivos para la eficiencia energética emergen como políticas públicas esenciales para invertir esta tendencia en el futuro.
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A medida que el cambio climático intensifica las olas de calor, la presión sobre los bolsillos de los consumidores y la infraestructura eléctrica probablemente aumentará.
Los hallazgos de este informe ofrecen una base de datos valiosa para que legisladores, empresas de servicios públicos y ciudadanos tomen decisiones informadas.
