El asesinato de Guillén desató una serie de investigaciones que llevaron a la suspensión y destitución de varios oficiales en Fort Hood, y provocó un llamado urgente a la reforma dentro del ejército. SCREENSHOT: I am Vanessa Guillén / Netflix
A pocos días de las cruciales elecciones del 5 de noviembre, un nuevo escándalo ha vuelto a empañar la imagen del ex presidente y criminal convicto Donald Trump, ahora candidato presidencial. Este revuelo, que gira en torno al racismo y al desprecio por las fuerzas armadas, se relaciona con el brutal asesinato de la soldado Vanessa Guillén y la promesa incumplida de Trump de cubrir los costos de su funeral.
La campaña de Donald Trump ha negado la historia y asegura que se trata de una estrategia de campaña para ayudar a su oponente Kamala Harris.
Vanessa Guillén, una joven de 20 años hija de inmigrantes mexicanos, fue asesinada en abril de 2020 mientras servía en la base militar de Fort Hood, Texas. Su asesinato conmocionó al país y desató una ola de indignación, tanto por la violencia cometida como por las condiciones de inseguridad a las que se enfrentan las mujeres militares en esa base. Tras el hallazgo de los restos de Guillén, que fueron descubiertos dos meses después de su desaparición, la familia Guillén fue invitada a la Casa Blanca, donde Trump prometió en televisión nacional ayudar con los gastos del funeral.
Ante las cámaras y con la madre de Vanessa a su lado, Trump mostró simpatía hacia la familia y ofreció pagar el funeral de la joven soldado. “Si puedo ayudarles con el funeral, lo haré”, dijo Trump, quien aparentaba un compromiso genuino con el dolor de la familia. Sin embargo, detrás de las cámaras, la historia fue muy diferente.
Según reportes recientes, durante una reunión en diciembre de 2020 en la Oficina Oval, Trump preguntó si la familia Guillén había presentado una factura por el funeral. Al ser informado de que los costos ascendían a 60,000 dólares, Trump reaccionó con furia. “¡No cuesta 60,000 dólares enterrar a un maldito mexicano!”, exclamó enojado, según testigos de la reunión. Inmediatamente, dio órdenes a su jefe de gabinete, Mark Meadows, de que no pagaran la factura.
Vanessa Guillén, que fue enterrada en Houston, recibió apoyo financiero parcial del ejército y donaciones de la comunidad, pero nunca recibió la ayuda prometida por Trump.
Trump, hitleriano
Este incidente no es un caso aislado. A lo largo de su presidencia y en los años posteriores, Trump ha sido acusado en múltiples ocasiones de menospreciar a los militares y sus familias, y de tratar a los veteranos y a los soldados heridos o caídos con desprecio.
Ex funcionarios de su administración como el general John Kelly han descrito a Trump como “fascista” que solo quiere obediencia dentro de las fuerzas armadas, sin comprender los valores de honor y sacrificio.
Incluso llegó a decir en privado que preferiría tener “generales como los de Hitler”, en referencia a la lealtad ciega que exigía de sus subordinados.