Para cumplir la promesa de $5,000, DOGE necesita ahorrar 2 trillones, una meta que expertos consideran “imposible”. CORTESIA: Freepik
El plan de “dividendo ciudadano”, improbable ante un déficit que sigue creciendo
Elon Musk, el billonario al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), es avalado por el congresista James Fishback que impulsa un proyecto de ley para destinar el 20% de los ahorros futuros promete ahora un “dividendo ciudadano” de $5,000 para suavizar el impacto de sus polémicos recortes.
Pero los datos revelan una realidad incómoda: los supuestos ahorros de 115 mil millones logrados tras despedir a 23,000 funcionarios —incluyendo 30% de la fuerza laboral en Educación y Salud— no solo son insuficientes, sino que el déficit creció un 5% en febrero, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Desde que Musk asumió DOGE en enero de 2025, ha cerrado 400 programas federales y reducido agencias como la EPA y el Departamento de Vivienda. Aunque prometió ahorrar 72 billones en 18 meses, la CBO reporta que el gasto público aumentó 71.1 billones en los primeros cinco meses del año fiscal.
“DOGE es un experimento de austeridad fallido. Sus ‘ahorros’ son contables, no reales”, denunció Brendan Duke, del Center on Budget and Policy Priorities. Ejemplo claro: el 40% de los contratos cancelados no generan ahorro, según auditorías internas.
Pese a esto el congresista James Fishback cree viable un proyecto de ley para destinar el 20% de los ahorros futuros a cheques de 5,000 para 79 millones de hogares. Hoy, con los 115 mil millones “ahorrados”, cada contribuyente recibiría apenas $142.
El plan, respaldado por Donald Trump, busca capitalizar el descontento por la creciente inflación (3.9% en marzo) y revivir el apoyo entre la clase trabajadora que ha resultado la más afectada y teme una recesión.
“Es hora de devolver el dinero a sus dueños: los ciudadanos”, declaró Trump en Miami en febrero.
Sin embargo, republicanos como el propio presidente de la Cámara, Mike Johnson, lo tachan de “improbable”: “Somos el partido de la austeridad. No podemos regalar cheques con un déficit de $36 billones”.
Los críticos señalan que la propuesta contradice los recortes a programas sociales. Según la Urban Institute, eliminar subsidios de vivienda afectaría a 4.2 millones de familias pobres, mientras el “dividendo DOGE” beneficiaría a hogares con ingresos hasta 150,000. “Es pan para hoy y hambre para mañana: los 5,000 son un espejismo financiado con deuda”, advirtió Duke.
Musk, quien en 2023 llamó a “quemar la grasa del gobierno”, enfrenta acusaciones de usar DOGE para imponer una agenda. Sus despidos en Educación, donde cerró 120 programas de becas y su enfoque en privatizar servicios contrastan con su defensa de subsidios a empresas espaciales y de autos eléctricos. “Es hipocresía: socializa pérdidas corporativas y privatiza ganancias públicas”, criticó Elizabeth Warren, senadora demócrata.
Aunque Fishback insiste en que hay “apoyo transversal” para el proyecto, solo 12 senadores republicanos lo respaldan en privado, según filtraciones de Axios. El escepticismo crece: un sondeo de YouGov revela que el 63% de los votantes desconfía del plan, mientras el 71% ignora qué es DOGE.
Para cumplir la promesa de $5,000, DOGE necesita ahorrar 2 trillones, una meta que expertos consideran “imposible” sin recortar Medicare o Seguridad Social, programas supuestamente intocables para ambos partidos, mientras la CBO proyecta que, incluso con los ajustes actuales, el déficit aumentará $3 trillones para 2030.