“El odio existe, incluso entre nuestra comunidad”, aseveró el abogado Daniel Ortega en referencia al incidente ocurrido en California, donde una mujer latina corre de su vecindario a un vendedor de tamales y le dice que se vaya para México, lo cual quedó grabado en un video que se hizo viral y sigue causando indignación por el trato que recibió el comerciante.
Pero defender el derecho de la mujer a expresarse: “Nadie nos debe limitar el derecho de expresión aunque sea grosero; aunque no estoy de acuerdo con nada de lo que expresa lo hace sin violencia”.
El letrado también señaló: “El periodismo debe proteger el derecho de expresión sin violencia, esta señora aunque sin base legal expresa su ignorancia y fanatismo”.
También en Phoenix
Desde agresiones verbales, amenazas y hasta burlas de los que a veces se les van sin pagar, aseguran sufrir vendedores ambulantes de tamales, elotes, paletas, aguas frescas y otros productos, quienes sostienen que lo único que hacen es trabajar honradamente para mantener a sus familias.
Dicen que hasta ahora han preferido aguantar esas humillaciones con tal de no tener problemas y seguir en lo suyo, además, no hay mucho que pueden hacer ya que no hay forma de levantar un reporte con la Policía porque aparentemente no hay un delito configurado.
“La mayoría de la gente me trata bien en los vecindarios en los que ando; pero últimamente he tenido una situación con una señora blanca (anglosajona), cuando paso por su calle me dice que me vaya a otra parte, porque no le gusta que haya vendedores ahí”, declaró a PRENSA ARIZONA Juan Carlos Ortiz, quien desde principios de este año se gana la vida vendiendo tamales, elotes y frituras, principalmente, el área de la Thomas entrar la 67 y 75 avenida.
Indicó que hasta ahora ha tratado de evitar “engancharse” con la mujer, quien vive por la 67 avenida y Virginia, y que asegura cada vez se está poniendo más ofensiva.
Ortiz señaló: “Hasta ahorita no le he hecho caso, trato de ignorarla, pero hace unos días arrojó agua por donde iba yo pasando en mi carrito y me alcanzó a mojar, supuestamente no me vio cuando, es lo que me dijo cuando le reclamé”.
Como fue reportado en redes sociales y medios de comunicación, en días pasados ocurrió un incidente en Long Beach, California, donde una mujer latina confrontó a un vendedor de tamales cuando pasaba frente a su domicilio.
Le reclamó por hacer ruido que molesta a sus perros, lo acusó de no pagar impuestos y exigió abandonar su vecindario y de plano irse a México: “Allá en México haces lo que quieras, aquí estás en Estados Unidos…Vete para allá, o vete para allá y pita allá”.
Es racismo
Entrevistado sobre el tema el veterano activista Salvador Reza, defensor de los derechos de los inmigrantes fue al grano: “No es más que racismo, eso no es nada nuevo, y los vendedores ambulantes suelen ser blanco favorito de los racistas aqui, en California y en muchas otras partes del país”.
Señaló este caso le recuerda lo que pasaba hace 20 años en Phoenix, cuando los taqueros y poco después los jornaleros, eran con frecuencia hostigados por personas pertenecientes a grupos radicales, que trataron inútilmente de eliminarlos, pero gracias a su valentía y lucha firme finalmente prevalecieron la legalidad y el respeto a sus derechos.
Indicó que persisten los insultos o comentarios derogativos de algunas personas a los jornaleros, sobre todo, quienes se congregan frente a la Home Depot de la 43 avenida y Camelback y de Walmart de 36 calle y Thomas en espera que los contraten día a día.
Agradecen apoyo
Enrique González, otro vendedor de elotes en el área de 27 avenida entre Thomas y Camelback, manifestó desde que PRENSA ARIZONA y otros medios hicimos públicas las denuncias de algunos de sus colegas sobre asaltos violentos que han sufrido, han sentido el apoyo de la comunidad y particularmente de sus clientes.
“Solo una vez me dieron un susto unos chamacos, y se llevaron Takis y sodas, pero no he pasado por lo que ellos, que los asaltaron apuntandoles con armas, eso si esta duro”, expresó el joven elotero de Puebla.
Agregó que en ocasiones personas que van manejando le gritan “mojado” y que se vaya a México, pero hace que no oye.
En tanto, Juan Carlos Ortiz indicó que seguirá recorriendo el vecindario donde vive la mujer porque ahí tiene algunos de sus mejores clientes; se esforzará, como hasta ahora lo ha hecho, de no caer en sus provocaciones.
“Nosotros (los vendedores ambulantes) somos respetuosos con toda la gente; a mi me gusta mucho este trabajo, conoces a mucha gente buena, es lo más importante”, recalcó el comerciante que al igual que su colega solicitó no publicar su foto.
