El superintendente Tom Horne lamentó las nuevas medidas sobre que agentes de ICE podrían ingresar a escuelas, iglesias y hospitales. Foto: Oscar Ramos / Prensa Arizona
El superintendente de Instrucción Pública de Arizona, Tom Horne, expresó su oposición a una nueva directiva de la administración de Donald Trump que podría permitir a los agentes de ICE realizar arrestos en escuelas. Esta medida elimina las protecciones vigentes desde 2021, que consideraban lugares como escuelas, iglesias y centros de salud como “zonas sensibles” para los operativos migratorios.
Horne advirtió que esta directiva podría generar miedo entre las familias migrantes, llevándolas a evitar enviar a sus hijos a la escuela por temor a ser detenidos. “Es probable que la gente deje de llevar a sus niños a la escuela por miedo. Incluso si un niño fue traído al país de manera ilegal, no es su culpa”, afirmó en entrevista con Capitol Media Services. También señaló que esta medida contradice un fallo de la Corte Suprema de 1982 que garantiza el derecho de todos los niños a la educación pública, independientemente de su estatus migratorio o el de sus padres.
La directiva fue anunciada por Benjamine Huffman, director interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Según el DHS, la política busca evitar que “criminales se escondan en las escuelas y las iglesias para evadir el arresto”. La administración Trump asegura confiar en el “sentido común” de los agentes de ICE para decidir dónde actuar.
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Además, esta medida se suma a un esfuerzo más amplio del expresidente Trump por restringir los derechos de los migrantes, incluida una orden ejecutiva que busca eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento.
Agenda educativa de Horne
En un contexto de intensos debates, Horne también presentó su visión para las escuelas de Arizona durante su discurso sobre el Estado de la Educación. Entre sus prioridades destaca un aumento de seguridad armada en las escuelas, la exclusión de atletas transgénero de deportes femeninos y la promoción de políticas que reduzcan el enfoque en diferencias raciales.
Horne agradeció a los legisladores por avanzar un proyecto de ley que financiaría la contratación de policías jubilados para proteger las escuelas. Argumentó que la presencia de oficiales armados puede salvar vidas, citando un reciente intento de ataque frustrado en una escuela de Tucson. “Decir que quieres una escuela libre de armas es como decir: ‘Soy una víctima fácil, ven por mí’”, afirmó.
Horne reiteró su rechazo a la participación de atletas transgénero en deportes femeninos, alegando ventajas físicas injustas, aunque datos recientes muestran que esta situación afecta a pocos estudiantes. También criticó la enseñanza de temas raciales, asegurando que deben promoverse los valores del mérito individual en lugar de preferencias raciales.
El superintendente reconoció la falta de avances en el aumento de salarios para los maestros y destacó la necesidad de renovar la Proposición 123, que financia la educación K-12 y expira en junio. Además, defendió el programa de vales educativos, que permite usar fondos públicos para educación privada, pese a críticas por beneficiar a familias de altos ingresos.
Las propuestas de Horne, combinadas con las medidas de Trump, han generado divisiones en un contexto político polarizado, donde los temas educativos y migratorios se entrelazan, profundizando los debates sobre derechos, seguridad y equidad en Arizona.