Como en todo el mundo, el pasado miércoles 22 de febrero los Católicos de la Diócesis de Phoenix acudieron fervorosos a recibir la ceniza como símbolo de humildad, arrepentimiento y amor a Dios, y de compromiso de hacer cambios en su vida para ser mejores personas.
Asimismo, para recordar que los humanos, en nuestro físico, somos polvo y al polvo hemos de volver.
De esa forma, en todas las parroquias hubo misas solemnes para dar inicio a la Cuaresma, que de acuerdo al calendario litúrgico cada año romano inicia con el Miércoles de Ceniza y concluye el Jueves Santo; en esta ocasión será el 6 de abril.
La tradición católica indica que, durante el tiempo cuaresmal, los viernes se debe practicar el ayuno y abstinencia, que para los cristianos es un acto de purificación.
En esta ocasión, el nuevo Obispo de Phoenix, John P. Dolan no emitió un mensaje a la feligresía local, pero dispuso que sea ampliamente divulgado el mensaje cuaresmal del Papa Franciso.
En dicho mensaje el Sumo Pontifice dice a los católicos: “Debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades. Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña”.
En la parroquia San Gregorio, de 19 avenida y McDowell, el padre Paul Sullivan subrayó que la Cuaresma: “Exige en todos los creyentes un cambio de vida para ser mejores personas y mejores católicos”
Sermón se hace viral
En las redes sociales se hizo viral el Miércoles de Ceniza y los días posteriores, el sermón cuaresmal de un cura youtuber que goza de gran popularidad; se trata del padre Arturo Cornejo, quien ejerce su ministerio en Acatlán, Chilapa de Álvarez Centro, en el estado de Guerrero.
El sacerdote quien tiene casi 2 millones de seguidores en Youtube, muchos de ellos en Arizona, dijo que “la cuaresma es el tiempo más propicio para empezar un cambio de vida, y yo no quiero prohibirles a ustedes lo que les gusta, bailar, o ir a una fiesta”.
Continuó: “Un católico auténtico no es el que se encierra, se agacha y que vive como si fuera un tonto. El católico tiene derecho a divertirse, ir al cine; a lo que no tenemos derecho es a arruinarle la vida a los demás, meternos en lo que no nos importa, acabar nuestra vida con el alcohol, a faltarle a Dios, a mentirle, a jurarle cosas que no cumplimos… a engañar a la mujer, al esposo”.
Cornejo subrayó que la Iglesia no quiere católicos “agachados”, malhumorados ni tristes, porque un católico debe ser natural y normal que vive su vida, pero se da cuenta que se tiene que arrepentirse y cambiar.
Añadió: “Recibir la ceniza es decirle a Dios ‘polvo soy, en polvo me he de convertir y me quiero arrepentir y creer más en el Evangelio”.
También cuestionó: “¿De qué le sirve a una persona recibir la ceniza si no va ni siquiera a intentar cambiar lo que está haciendo mal?”
Dijo a sus seguidores desde el altar: “Yo no quiero verlos mañana santos, pero si quiero y espero al menos, por ejemplo, que si eres muy mentiroso, muy flojo, muy chismosa, y metiche, pues ya no seas tanto. El que recibe ceniza tiene que decirle a Dios: ‘me arrepiento y creo en tu Evangelio”.
