Foto: Oscar Ramos / Prensa Arizona
Por: Vicepresidenta de los Estados Unidos Kamala Harris
En esta elección presidencial, los arizonenses tienen la oportunidad de tomar una decisión que impactará directamente su vida, la vida de su familia y el futuro de este país que todos amamos.
Muchos ya han tomado esta decisión, pero sé que otros todavía están considerando por quién votar, o si votar o no.
Este puede ser el voto más importante de tu vida. Es una decisión entre votar por alguien que asumirá el cargo de presidente y luchará por ti desde el primer día, o por alguien que solo se enfocara en sí mismo.
Yo no le tengo miedo a las grandes batallas contra personas de mala fe o intereses poderosos. Durante décadas, como fiscal y máxima funcionaria encargada de hacer cumplir la ley en California, salí victoriosa en muchas batallas contra grandes bancos que estafaban a dueños de casas; contra universidades con fines de lucro que estafaban a veteranos y estudiantes; contra depredadores que abusaban de mujeres y niños, y contra cárteles que traficaban con armas, drogas y seres humanos. Y como presidenta, lucharé todos los días para mejorar tu vida.
Mi presidencia no será una extensión de los últimos cuatro años. Los desafíos que enfrentamos hoy son diferentes. Y traeré mis propias experiencias e ideas.
Donald Trump nos ha dicho sus principales prioridades para un segundo mandato. Mientras que Trump llegaría al poder con una “lista de enemigos” de los cuales vengarse, yo asumiré el cargo desde el primer día con una lista de planes concretos para mejorar el país. Trump ha dicho que tiene la intención de desplegar al ejército contra “el enemigo interno”, nombre que da a aquellos que no están de acuerdo con él. Se trata de alguien inestable, obsesionado con la venganza y que busca un poder sin control.
Mi principal prioridad será reducir los costos. Y tengo un plan integral para hacerlo:
1.- Ofreceré un recorte de impuestos para la clase media, lo cual beneficiaría a más de 100 millones de personas.
2.- Prohibiré por primera vez la especulación de precios para reducir el costo de los alimentos y productos básicos.
3.- Limitaré el precio de la insulina a $35 dólares para todos, no solo para los adultos mayores.
4.- Reduciré el precio de medicamentos recetados.
5.- Lucharé para asegurarme de que las personas puedan comprar una casa.
6.- Ampliaré el programa Medicare para cubrir la atención médica domiciliaria para adultos mayores.
7.- Protegeré la jubilación que las personas mayores se han ganado a lo largo de su vida.
Este plan económico reducirá el costo del cuidado infantil, recortará los impuestos para los pequeños negocios y reducirá los costos de la atención médica porque debería ser un derecho, y no sólo un privilegio para unos cuantos.
La respuesta de Trump a los altos costos de vida es darle otro billón de dólares en recortes de impuestos a los multimillonarios y las grandes corporaciones. Exactamente como lo hizo la última vez que estuvo en el poder. ¿Y quiénes terminarán pagando por esto? Las familias trabajadoras. Trump pondría un impuesto del 20% sobre bienes cotidianos como ropa, comida, juguetes y teléfonos celulares. Esto subiría los costos anuales por familia en casi $4 mil dólares al año.
Economistas expertos advierten que el plan de Trump dispararía la inflación y le arrebataría a millones de personas su seguro médico al poner fin a la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare).
También creo en la libertad fundamental de tomar decisiones sobre nuestros propios cuerpos y que el gobierno no interfiera. Entonces, cuando el Congreso apruebe un proyecto de ley para restaurar la libertad reproductiva en todo el país, con orgullo lo firmaré.
Trump, por otro lado, es responsable de que la Corte Suprema anulara Roe v. Wade, la decisión legal que otorgaba el derecho al aborto. Como resultado, 1 de cada 3 mujeres vive ahora en un estado donde Trump prohíbe el aborto. Muchos estados no tienen excepciones ni siquiera en el caso de violación o incesto.
Y Trump quiere ir más allá: prohibiría el aborto en todo el país, restringiría el acceso a los métodos anticonceptivos y amenazaría el método de fertilización in vitro; además, obligará a que autoridades estatales monitoreen los embarazos de las mujeres. Todo esto es parte de su agenda extrema, llamada el Proyecto 2025.
Cuando se trata de nuestro sistema de inmigración, sé que Estados Unidos es una nación de inmigrantes y siempre protegeré ese legado. Lo que no permitiré es que los cárteles de la droga, los traficantes de personas y los criminales violen nuestras leyes. Es hora de que los políticos traten el tema de inmigración como un desafío serio que finalmente debe ser resuelto. Como presidenta, haré lo que Trump se negó a hacer: pondré soluciones definitivas en la frontera. Traeré de vuelta el proyecto de ley fronterizo que Trump destruyó, e iré aún más lejos para hacer nuestra frontera más segura mientras trabajo para aprobar un proyecto de ley bipartidista que arregle nuestro fallido sistema de inmigración de una vez por todas.
A medida que esta campaña llega a su fin, mi compromiso con ustedes es el siguiente: buscaré puntos de acuerdo y soluciones de sentido común para la clase media trabajadora. Como alguien que ha pasado la mayor parte de su carrera fuera de Washington, sé que las buenas ideas surgen de todas partes. Escucharé a los expertos, a aquellos que se ven afectados por las decisiones que tomo y a las personas que no están de acuerdo conmigo. Y trabajaré con todos, demócratas, republicanos e independientes, para ayudar a todos los que están trabajando duro y todavía luchan por salir adelante.
Por encima de todo, prometo ser una presidenta para todos y poner siempre al país por encima del partido y por encima de uno mismo.
Trump ha pasado una década tratando de mantenernos divididos porque cree que eso lo ayuda políticamente. Su visión no es la realidad en Estados Unidos.
Sé que la gran mayoría de nosotros tenemos mucho más en común de lo que nos separa. Creo en nuestro país porque, durante sus casi 250 años de historia, hemos preservado y ampliado derechos como la libertad, creado oportunidades y demostrado que un gobierno de, por y para el pueblo puede perdurar. Nuestro futuro está lleno de posibilidades.
Así que, de manera humilde, te pido tu voto porque, si tengo el privilegio de servir como tu presidenta, sé que juntos podemos pasar la página de esta era divisiva de nuestra política y salir juntos hacia adelante.