El investigador federal especial Jack Smith quiere saber qué dijeron Donald Trump y sus seguidores a los funcionarios electorales del condado de Maricopa antes y después de que perdiera la elección para reelegirse en la elección presidencial 2020.
Eso incluiría a los miembro de la Junta de Supervisores actuales y anteriores y muy probablemente a los registradores del Condado, que además de haber sido seriamente presionados, también recibieron amenazas de muerte por parte de fanáticos de Donald Trump.
The Washington Post informó el martes que los funcionarios locales en los estados de campo de batalla de Arizona, Michigan y Wisconsin recibieron citaciones recientemente como parte de la investigación del fiscal especial Jack Smith sobre los esfuerzos de Trump para anular su derrota ante Joe Biden.
Son los primeros citatorios conocidas de Smith, quien fue nombrado fiscal especial el mes pasado por el fiscal general Merrick Garland.
“El condado de Maricopa recibió una citación del abogado especial del Departamento de Justicia y cumplirá”, dijo Fields Moseley, director de comunicaciones del condado más grande de Arizona.
Además del condado de Maricopa, se enviaron citaciones a los condados de Milwaukee y Dane en Wisconsin, el condado de Wayne en Michigan y el condado de Allegheny en Pensilvania.
La versión de Arizona estaba dirigida al Departamento de Elecciones del Condado de Maricopa, según el artículo del Post.
Las solicitudes del fiscal especial fueron “prácticamente idénticas”, informó el Post, y buscan documentación sobre las comunicaciones con Trump y cualquier persona relacionada con su campaña desde el 1 de junio de 2020 hasta el 20 de enero de 2021.
El condado de Maricopa, que incluye el área de Phoenix y más del 60 % de los votantes de Arizona, había sido una pieza central de los esfuerzos de Trump para anular las elecciones y poner en duda los resultados.
Los aliados de Trump intentaron presionar a los republicanos en la junta de supervisores del condado para que no certificaran su derrota en 2020 y, cuando lo hicieron, continuaron tratando de comunicarse con ellos mientras el Congreso se preparaba para contar los votos electorales el 6 de enero de 2021.
Clint Hickman, entonces el presidente de la junta, evadió las llamadas del operador de la Casa Blanca, quien dejó mensajes de voz diciendo que el presidente estaba tratando de comunicarse con él y de hecho renunció a su puesto por el “ambiente tóxico”.
La presión de Donald Trump también llevó a sus seguidores a exigir una auditoría en busca del supuesto fraude electoral que al final de cuentas terminó encontrando más votos de diferencia a favor de Joe Biden y no demostró anomalía alguna.
Smith está supervisando la investigación del Departamento de Justicia sobre la presencia de documentos clasificados en el patrimonio de Trump en Florida, así como aspectos clave de una investigación separada que involucra la violenta toma del Capitolio el 6 de enero de 2021 y los esfuerzos de Trump por permanecer en el poder.
Los citatorios son la indicación más clara hasta el momento de que el trabajo de Smith incluirá un examen de los electores falsos que formaron parte de los esfuerzos de Trump para subvertir el conteo y la certificación de las elecciones.
