La alcaldesa Karen Bass se presentó en el MacArthur Park para intentar detener el despliegue de fuerzas armadas, que calificó como antiamericano. Foto: Cortesía / J.W. Hendricks
Un masivo operativo migratorio en MacArthur Park ha conmocionado a la ciudad de Los Ángeles, generando un enfrentamiento directo entre la alcaldesa Karen Bass y las fuerzas federales. Agentes armados, incluyendo personal de inmigración (ICE) y tropas de la Guardia Nacional, irrumpieron en el popular parque, conocido por su gran afluencia de familias y la comunidad inmigrante.
Testigos reportaron la presencia de aproximadamente 100 efectivos y más de una docena de vehículos militares, e incluso se vieron agentes montados de la Patrulla Fronteriza, en un despliegue que muchos calificaron de excesivo e intimidatorio.
La acción federal se produce en el marco de una serie de redadas migratorias intensificadas en el sur de California desde junio de 2025, dirigidas a ciudades santuario y lugares de trabajo.
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La propia alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass se presentó en el lugar de los hechos, visiblemente indignada, para confrontar a los agentes federales.
“Esto es indignante y antiestadounidense”, declaró Bass, exigiendo la retirada inmediata de las fuerzas. La alcaldesa subrayó la presencia de niños jugando en el parque minutos antes del despliegue, lo que incrementó la preocupación por la seguridad y el bienestar de los menores.
Más tarde, la alcaldesa ofreció una rueda de prensa donde enfatizó que la irrupción de las fuerzas federales en un parque de la ciudad, sin previo aviso ni coordinación con las autoridades locales, fue una violación inaceptable de la jurisdicción municipal.
Además, Bass lamentó profundamente el miedo y el terror que el despliegue militar causó entre las familias, especialmente los niños. Hizo hincapié en que ver a efectivos armados, vehículos militares y agentes montados en un espacio recreativo público es una imagen traumática que rompe la confianza entre la comunidad y las fuerzas del orden, incluso si no son las fuerzas policiales locales.
La alcaldesa también reiteró el compromiso de Los Ángeles como ciudad santuario, afirmando que las redadas federales atentan directamente contra este principio. Declaró que la ciudad hará todo lo que esté a su alcance para proteger a sus residentes, sin importar su estatus migratorio, y que no tolerará la intimidación ni la militarización de sus calles.
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Aunque no se reportaron detenciones masivas en el parque durante el operativo, la táctica de infundir miedo y la militarización del espacio público generaron terror entre los residentes, muchos de ellos miembros de la comunidad inmigrante de la zona.
Movilización comunitaria y denuncias
La comunidad local no tardó en movilizarse para protestar contra lo que consideran una violación de la tranquilidad y la seguridad de sus vecindarios. Líderes comunitarios y activistas han denunciado la violencia y la intimidación implícita en estas redadas, prometiendo continuar su lucha por los derechos de los inmigrantes y la protección de las ciudades santuario.
Este incidente en MacArthur Park subraya la creciente tensión entre las políticas migratorias federales y las administraciones locales en California, que buscan proteger a sus poblaciones inmigrantes de estas acciones.