El candidato demócrata Rubén Gallego fue electo el pasado 5 de noviembre al derrotar en votos a la republicana Kari Lake. Foto: Cortesía
Rubén Gallego, recientemente electo como el primer senador hispano de Arizona, ha capturado la atención nacional por su inspiradora historia de superación, desde una niñez llena de carencias hasta convertirse en un líder político comprometido con su comunidad. Reconocido por la revista People, Gallego compartió los desafíos que enfrentó para alcanzar el éxito y cómo su experiencia conecta profundamente con los votantes latinos.
Nacido en una familia trabajadora y criado por su madre junto a tres hermanas, Rubén Gallego experimentó la pobreza de primera mano cuando su vida dio un giro brusco. “Las cosas se desmoronaron muy rápido”, recuerda. Ante la adversidad, Rubén decidió no rendirse. A pesar de vivir en condiciones difíciles, trabajando en múltiples empleos para ayudar a su familia, nunca perdió la esperanza.
Compaginó sus estudios con jornadas laborales agotadoras como repartidor de pizzas, empleado en una planta de carne, cocinero, y hasta portero en un bar. En más de una ocasión, al final del día, agotado y abrumado, se refugiaba en oraciones y lágrimas, esperando que su sacrificio valiera la pena.
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“Sabía que tenía dos opciones: encontrar una salida o quedarme atrapado en la situación”, comenta en entrevista para la Revista People. Su determinación lo llevó a obtener calificaciones sobresalientes, lo que eventualmente le permitió ingresar a Harvard, marcando el inicio de un cambio profundo en su vida.
El impacto del liderazgo
Gallego sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, participando en la guerra de Irak. Esta experiencia no solo le forjó disciplina y carácter, sino que también moldeó su compromiso con el servicio público. Al regresar, utilizó su historia como herramienta para conectar con aquellos que enfrentaban dificultades similares, especialmente en la comunidad latina.
“Soy el tipo que fue lavaplatos, que cocinó hamburguesas, que hizo todo lo que pudo para apoyar a su familia”, asegura. Estas vivencias, junto con su apertura para compartir sus luchas, resonaron profundamente con los votantes latinos de Arizona, en particular con los hombres que enfrentan presiones económicas y que en ciclos anteriores se habían inclinado hacia candidatos republicanos.
Durante su campaña al Senado, Gallego se destacó por su enfoque directo y práctico para acercarse a sus votantes. En lugar de esperar a los ciudadanos en actos formales, se reunía con ellos donde estuvieran: desde mercados hasta sitios de construcción. En una ocasión, se unió a un grupo de trabajadores del concreto al amanecer, antes de que comenzaran su jornada laboral.
Este enfoque le permitió construir una conexión genuina con quienes a menudo sienten que su voz no es escuchada en la política. “Ellos sabían que yo iba a luchar por ellos, porque yo entiendo lo difícil que es trabajar duro y aún así no lograr salir adelante”, afirmó.
Rubén Gallego encarna el sueño americano. Desde dormir en el suelo y trabajar en empleos precarios, hasta convertirse en el primer hispano en representar a Arizona en el Senado, su historia refleja el sacrificio y la determinación de miles de familias inmigrantes en Estados Unidos.