Mientras el Congreso Federal avanza la propuesta de enormes recortes a Medicare y Medicaid, millones de personas resultarán afectadas en sus servicios de salud. Foto: Freepik
El presupuesto federal republicano respaldado por congresistas aliados al presidente Donald Trump, busca recortar fondos de Medicaid y la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), dejando sin seguro a más de 300,000 personas en el estado. Los senadores Mark Kelly y Rubén Gallego lideran la oposición, advirtiendo que la medida afectaría desproporcionadamente a niños, adultos mayores y comunidades rurales.
“Esto confirma los peores temores de las familias: quitarles la salud a quienes más la necesitan para dar ventajas a los ricos”, declaró Kelly durante un recorrido por clínicas en Phoenix.
Entre los testimonios recogidos destaca el de María González, madre de un niño con diabetes tipo: “Sin Medicaid, mi hijo no sobreviviría”. El plan incluye requisitos laborales y verificaciones de elegibilidad más estrictas, medidas que expertos tildan de “barreras administrativas” para acceder a servicios esenciales.
Te puede interesar: Aprueban ley para separar a personas con enfermedades mentales graves
Arizona, donde más de dos millones de personas dependen de estos programas, enfrentaría el cierre de hospitales rurales y la saturación de salas de emergencia.

“Es inmoral priorizar los bolsillos de los amigos billonarios de Trump”, afirmó Gallego, subrayando que el estado ya ocupa el segundo lugar nacional en niños sin cobertura médica.
Julia Strange, vicepresidenta del Tucson Medical Center, recordó los tiempos previos a la ACA: “Volveríamos a cuando la gente moría por no pagar tratamientos”.
El debate revive el fantasma de 2017, cuando el fallecido senador John McCain frenó el desmantelamiento del ACA con su emblemático voto en contra.
Hoy, con una Cámara controlada por republicanos, los demócratas buscan replicar esa resistencia. “No es un hecho consumado. Seguiremos luchando”, prometió Kelly, mientras organizaciones como Protect Our Care movilizan protestas en Phoenix.
El impacto económico también preocupa y la Cámara de Comercio de Arizona advierte que el plan eliminaría hasta 300,000 empleos y reduciría la actividad económica.

“No es solo salud, es economía. Sin Medicaid, colapsamos”, resumió Gallego. En un estado donde el 30% de los beneficiarios de Medicaid son hispanos, la medida profundizaría desigualdades raciales y económicas, afectando incluso la lucha contra la crisis de opioides 6.
¡Únete a nuestro canal de WhatsApp! Entérate primero que nadie de las noticias
Mientras líderes republicanos defienden la “eficiencia fiscal”, historias como la de los Pérez, una familia que depende de Medicaid para tratar la fibrosis quística de su hija, revelan el costo humano. “Tendríamos que elegir entre pagar el alquiler o sus medicamentos”, testificó el padre en un foro en Tucson.
En un Arizona fracturado por la polarización, este debate trasciende ideologías. Como señaló la representante Yassamin Ansari: “La salud no debería ser un privilegio, sino un derecho”. Entre desiertos y hospitales al borde del colapso, el estado decide ahora si protege ese derecho o lo sacrifica en el altar de los recortes.