Manifestantes en las afueras del Capitolio de Arizona responsabilizan a legisladores republicanos como racistas por las políticas antiinmigrantes que empujan en la legislatura. CORTESIA: Lucha
Llaman a votar para sacar a legisladores que impulsan políticas antiinmigrantes
La semana pasada, mientras los legisladores republicanos daban luz verde unánimemente a proyectos de ley para encarcelar y deportar a inmigrantes en el Senado estatal, los inmigrantes de Arizona y los defensores de los votantes latinos se manifestaban afuera del Capitolio Estatal, prometiendo derrocarlos por impulsar sus políticas “racistas”.
“No hay lugar en nuestro estado para esta legislación racista que permitiría a la policía perfilar racialmente y acosar a nuestra gente”, gritó Vanessa Pérez, organizadora de Mi Familia Vota, por un altavoz a una multitud de más de tres docenas de personas reunidas frente a el edificio del Senado de Arizona.
En el interior, los cuatro miembros republicanos del comité de Asuntos Militares y Seguridad Pública del Senado emitieron sus votos a favor de los proyectos de ley 2821 y 2748 de la Cámara de Representantes, que reflejan una versión del Senado vetada recientemente por la gobernadora Katie Hobbs.
Las propuestas en conjunto conocidas como SB1070 2.0 castigarían a los inmigrantes que cruzar la frontera sur de Arizona en cualquier lugar menos en un puerto de entrada con hasta 6 meses de cárcel.
Los republicanos, que tienen mayoría en la legislatura estatal y han aprovechado duras políticas de inmigración para atraer a los votantes este año electoral, han prometido reenviar la legislación al escritorio del gobernador en un intento por presentar al demócrata como débil en materia de seguridad fronteriza.
Incluso los dirigentes del partido han indicado su voluntad de eludir el veto de la Gobernadora enviando la propuesta directamente en la boleta electoral de noviembre una vez.
Los republicanos de Arizona han intentado vender sus propuestas como una defensa necesaria contra una ola de actividad criminal, utilizando lenguaje xenófobo para culpar a los inmigrantes y acusarlos de ser responsables de una multitud de problemas.
“Múltiples violaciones, violencia sexual también. Tenemos un aumento de la delincuencia y del fentanilo. Y la crisis inmobiliaria es, esencialmente, creada por esta invasión”, dijo el representante Joseph Chaplik, republicano por Scottsdale, que patrocinó uno de los proyectos de ley.
Manifestantes vestidos con camisetas de color azul brillante con el logo del luchador mexicano de Living United For Change (LUCHA), un grupo de defensa de los inmigrantes que encabezó la oposición a los proyectos de ley, se agolparon alrededor de una pancarta pintada a mano que denunciaba el paquete de políticas como “SB1070 2.0”.
Los críticos de la legislación la han criticado como una extensión de la infame ley de Arizona de “muéstrame tus papeles” de 2010, que permitía a la policía local investigar el estatus de ciudadanía de las personas durante controles de tráfico de rutina y condujo a una discriminación racial generalizada.
Los tres miembros demócratas del comité abandonaron la audiencia en protesta el jueves, justo antes de que comenzara la discusión de los proyectos de ley, citando la inutilidad de aprobar proyectos de ley destinados a ser vetados y el daño que causarían a la comunidad latina del estado.
Los legisladores demócratas de ambas cámaras se han opuesto unánimemente a los proyectos de ley de inmigración del Partido Republicano, pero con una minoría en cada panel de comité y en la legislatura estatal en su conjunto, el partido es incapaz de detener su avance.
El trío de demócratas se unió a la protesta afuera, sumando sus voces a las críticas a las propuestas políticas; Flavio Bravo, recordó su alivio cuando la Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de la SB1070 y criticó a sus colegas republicanos por respaldar una legislación que tiene el potencial de terminar en costosas demandas, incluso cuando el estado enfrenta un déficit presupuestario de $1.7 mil millones de dólares.
En 2012, el tribunal superior anuló tres de las cuatro disposiciones de la ley y dictaminó que hacer cumplir las leyes de inmigración está bajo la autoridad única y suprema del gobierno federal.
Esa ley le costó al estado billones en impacto comercial al extenderse un boicot nacional y además de $1 millón en costos judiciales y es probable que las nuevas propuestas lleven a Arizona nuevamente a los tribunales, si se convierten en ley.
Los proyectos de ley se basan en una ley de Texas que actualmente se encuentra bajo litigio, y el gobierno federal argumenta que es inconstitucional.
Jeremy Garrett, director de campaña de Our Voice Our Vote Arizona, un grupo de movilización de votantes, advirtió que si bien en el pasado los tribunales se han puesto del lado del gobierno federal al determinar quién tiene derecho a hacer cumplir las leyes de inmigración, la nueva composición de la Corte Suprema de Estados Unidos El tribunal no ha tenido miedo de desafiar el precedente.
A principios de esta semana, el tribunal superior se negó a aprobar una solicitud de la administración Biden para bloquear la implementación de la ley de Texas mientras continúa el litigio; sólo dos de los jueces del actual panel de nueve miembros estaban en el banquillo en 2012, cuando la SB1070 fue declarada inconstitucional.
La aprobación exitosa de la nueva legislación, dijo Garrett, podría resultar devastadora.
“Con la composición actual de la Corte Suprema, no hay garantía de que estos proyectos de ley, si son impugnados, sean revocados”, afirmó.
Karina Ruiz, directora ejecutiva de la Arizona Dream Act Coalition, que aboga por una mayor protección para los inmigrantes traídos al país cuando eran menores, es presentarse a las urnas y convertir la legislatura en una mayoría demócrata.
“Los estamos observando a ustedes y a lo que están haciendo. Seguiremos regresando y los reemplazaremos con mejores personas, personas que sí se preocupan por nuestra comunidad”, advirtió a los legisladores republicanos.
Rocky Joseph Rivera instó a la multitud a involucrarse en las próximas elecciones, señalando que el Partido Republicano tiene una mayoría mínima de un voto en cada cámara. Los demócratas necesitan ganar sólo dos escaños adicionales en ambos para hacerse con el control.
“¡Estamos a cuatro escaños de tener este cambio! ¡Así que estos proyectos de ley nunca podrán existir!”, dijo.
