Un milagro viviente

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En esta sociedad invadida regida por el materialismo, la vanagloria y el mercantilismo, donde a través de las redes sociales somos bombardeados por influencers con mensajes velados o directos de que los más ricos, poderosos y famosos son los más bendecidos por la vida y hasta por Dios, hay personas cuyos testimonios nos enseñan todo lo contrario.

Una de ellas es Nancy Castillo, inmigrante chihuahuense de 42 años residente de Phoenix, de quien hemos publicado historias en meses anteriores y en esta ocasión aceptó una vez más compartir el devenir de su vida.

“El hecho de haber nacido fue una bendición, después me operaron de un soplo de corazón que ponía en riesgo mi vida y este año me hicieron trasplante de riñón después de casi estar desahuciada me siento amada y consentida por Dios”, expresó Castillo en otra exclusiva para PRENSA ARIZONA, trasplantada el pasado 25 de Marzo.

A casi 6 meses del procedimiento quirúrgico en el Hospital Banner, de la calle 12 y McDowell, donde le pusieron el riñón de un donante de órganos, la madre de familia de dos jóvenes en sus 20’s, desea enviar un mensaje a las personas que tienen dudas sobre la donación de órganos: “Infórmense, tómense ese tiempo, no esperen a que, ojalá nunca suceda, que ustedes o algún familiar llegara a necesitar de un órgano para vivir, podría ser demasiado tarde”.

Cambio radical

Tras casi 5 años de espera para recibir trasplante de riñón, en los que debía estar conectada alrededor de 10 de horas diarias desde las 10 de la noche a una máquina para someterse a diálisis peritoneal, a Nancy Castillo, le cambió la vida radicalmente.

Hoy puede comer prácticamente de todo lo que por su condición tenía estrictamente prohibido: el mango, la sandía, el plátano y otras frutas; leche, quesos y cualquier producto lácteo y todo tipo de carnes.

Con ciertas precauciones, indicó, puede hacer lo que tanto le gusta como montar a caballo, caminar a la cima de las montañas y, muy importante, viajar fuera de Arizona y hasta del país: “Después de un mes del trasplante puedo comer casi de todo, ya pude viajar a Chihuahua para visitar a muchos familiares a las que tenía años sin ver y ahora puedo disfrutar de la naturaleza que tanto me gusta”.

Enfatizó que se siente llena de energía, difícilmente se cansa pero, eso sí, se somete a las pruebas médicas y asiste a sus consultas médicas semanales necesarias hasta que después de un año los especialistas la den de alta oficialmente.

Emocionada comparte que ya tiene trabajo tiempo completo en una tienda Ross, donde desempeña diversas actividades como acomodar y escanear precios de la ropa, supervisar los espacios donde los clientes se miden las prendas y otras encomiendas.

Sobre lo que le dicen familiares y conocidos, la valiente beneficiaria de donación de órganos manifestó: “Sin presumir ni oírme altanera, mi familia se une conmigo para dar gracias a Dios principalmente, a los médicos que me hicieron el trasplante, a la Red de Donantes de Arizona y obviamente a la familia de la persona a la que pertenecía el riñón con el que pude seguir viviendo”.

No conoce al donante

Sin que sea obsesión, la sobreviviente de operación cardiaca y trasplante de riñón confesó que le gustaría conocer a la persona cuyo órgano hoy la mantiene con vida: “Claro que me gustaría, pero por políticas eso no se puede hasta que los médicos me den de alta y el donante esté de acuerdo”.

Sin estar segura, dijo que al parecer se trata de un varón ya fallecido de unos 30 años, pero eso lo podrá saber a su tiempo.

Dijo: “Si lo conociera lo abrazaría, le diría gracias y le aseguran que no se va a arrepentir de que hoy vivo gracias a él; si ya no está vivo quisiera conocer a su familia para decirle lo mismo.

Atento llamado

Nancy Castillo manifestó el deseo de que su testimonio motive a todas las personas que no saben mucho sobre la donación de órganos, a que se informen sobre el tema.

Dijo que no es un tema tabú, y es extraño que muchas personas no sepan a pesar que hay tanta información disponible en esta época de redes sociales y tantos otros medios informativos.

“Les pido que se registren como donadores de órganos, eso ayudará a salvar muchas vidas como la mía, seamos generosos, es muy sencillo hacerlo, incluso al sacar su licencia”, afirmó la feliz sobreviviente.

De acuerdo a la DNA se puede registrar como donante de órganos en línea en www.donatelifeaz.org, en www.donavidaaz.org y por teléfono al (602) 222-2200.

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